Mi bebé de 1 año grita mucho, ¿es normal?
Cuando un niño de un año grita, algo que suele aturdir (no estás sola, es normal), las abuelas siempre dicen: es mejor que grite a que esté callado
El primer año de un bebé engloba un sinfín de nuevas destrezas humanas: caminar (o al menos dar algunos pasitos), tomar la cuchara para comer, soltar palabritas, entre otras. Y como es natural, cada uno de estos descubrimientos le parece francamente emocionante, por lo que se expresa gritando.
Cuando un niño de un añito grita, algo que suele aturdir y estresar (no estás sola, es normal), las abuelas siempre dicen: es mejor que grite a que esté callado todo el tiempo. Aunque te parezca estresante en ciertos momentos del día, convéncete de algo: tu hijo está sano y es feliz.
Míralo de esta forma. Cuando está enojado o se frustra, lo más probable es que llore, porque no tiene otra manera de gestionar la emoción, puesto que todavía no las controla. Lo mismo sucede con los gritos y su necesitad de expresar su alegría.
¿Y hasta cuándo serán los gritos?
Depende de varios factores. De acuerdo al portal Ser Padres, algo que puede ayudar a controlar esos constantes gritos es la manera en que tú le hablas. Si tú también sueles gritar o usar un tono muy alto, el bebé te imitará y lo normalizará.
Es fundamental que le transmitas mensajes con suavidad y tranquilidad, y a medida que vaya aprendiendo palabras que le sirvan para expresar sus emociones, los gritos ya no serán necesarios.
Por el contrario, si notas que los gritos son descontrolados y con demasiada frecuencia, no necesariamente implica que algo vaya mal, pero no está de más que consultes con su pediatra. Sin embargo, es vital que le describas muy bien, para que no diga simplemente que es «normal» cuando tu hijo grita 15 de las 24 horas del día.
También es conveniente que revises otros factores que pueden inculcarle los gritos. Por ejemplo, compartir con otros niños que griten, que haya muchos ruidos a su alrededor o ver videos a alto volumen. Aquí te explicamos cuál es el tiempo prudente para que tu hijo pequeño vea televisión o tablet y desde qué edad.
En concreto, un niño de un año que suele gritar no es signo de enfermedad, tampoco de mala educación, mucho menos de crianza inapropiada, es simplemente un bebé que deseas y necesita expresarse. Además de descubrir sus emociones, le parece increíble poder gritar y escuchar su voz.