Por qué NO deberías abrir los ojos bajo el agua
Médicos aclaran que en ocasiones puntuales no supone un problema mayor, pero si abres los ojos bajo el agua, prolongadamente, podrías sufrir consecuencias
Recientemente, te contamos sobre algunas formas en las que puedes enfermarte en una piscina, de acuerdo a expertos. En esta ocasión nos enfocamos en un hábito que podría ser muy dañino si abusas de ello: abrir los ojos bajo el agua, bien sea en piscinas, lagos, ríos o playas.
Médicos aclaran que hacerlo en ocasiones puntuales no supone un problema mayor, pero si lo haces prolongadamente, el cloro y desinfectantes que se usan en las piscinas para limpiar el agua pueden dañar las capas celulares que protegen la córnea.
“El ojo se irrita y se pone rojo. Puede también haber fotofobia (sensibilidad a la luz). La visión posiblemente se vuelva borrosa y los ojos pueden sentirse irritados o hasta adoloridos”, señalan médicos al portal What The Girl.
Por tales motivos, recomiendan el uso de lentes de piscina, especiales para ver bajo el agua, y si no cuentes con ellos, tratar de mantenerlos cerrados al momento de nadar y/o sumergirte.
Esto no significa que permanezcas “ciego”, corriendo el riesgo de chocar una pared de la piscina o con otra persona, pero es conveniente que abras los ojos lo menos posible para cuidar tu visión.
Y cuidado con la nefasta decisión de entrar al agua con lentes de contacto. Si el cloro y los desinfectantes penetran en la fórmula, crean un depósito químico que reposa en la superficie del ojo y lo daña. No importa si sufres de miopía o hipermetropía, los lentes de contacto no son compatibles para sumergirte.
En aguas dulces o saladas, abrir los ojos supone un riesgo mayor
Cuando se trata de playas, lagos o ríos, donde hay aguas dulces o saladas no tratadas, el hábito de abrir los ojos bajo el agua aumenta el riesgo de que contraigas una bacteria.
Los expertos advierten de infecciones como la queratitis (inflamación de la córnea), causada por una ameba llamada Acanthamoeba.
Asimismo, la E. coli contamina y prolifera el agua dulce, mientras que el Vibrio, un descomponedor potencialmente dañino, tiene su hábitat en el agua salada.
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La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.