Los 6 alimentos que no debes darle nunca a tu bebé
Es importante saber qué alimentos se deben evitar, incluyendo la comida chatarra y alimentos que pueden ser riesgo de asfixia
Tu bebé tiene el estómago pequeño, por lo que se llenan rápidamente con las calorías vacías de la comida chatarra, y les queda poco apetito para alimentos saludables y más ricos en nutrientes.
«Esta carencia nutricional puede incluso perjudicar el desarrollo infantil», explica la Dra. Christine Gerbstadt, portavoz de la Asociación Estadounidense de Nutrición.
Por esta razón te presentamos una lista muy específica de los alimentos prohibidos para bebés, lo que te permitirá cuidar de su salud en cualquier momento.
1. Salchichas y otros alimentos peligrosos para los bebés
Las comidas duras, pegajosas, escurridizas, en trozos grandes que sean duros y/o redondos, se consideran peligrosos.
No le des a tu bebé salchichas, chorizo, trozos grandes de carne o queso, uvas enteras, palomitas de maíz, vegetales duros o crudos, ni nueces y semillas.
Cuando empieces a darle alimentos que pueda sujetar con sus dedos, asegúrate de cortárselos en trozos pequeños (de poco más de un centímetro).
Existe un método de alimentación guiada por el propio bebé, llamado en inglés baby-led weaning, basado en ofrecer al bebé trozos de comida grandes de ciertos alimentos «blandos».
Aunque no todos los pediatras están de acuerdo sobre la seguridad que ofrece este método, muchos valoran sus ventajas.
2. Sodas, refrescos o gaseosas
Hay bebés que desde los 9 meses de edad ya toman gaseosas, según una encuesta realizada en 2008 sobre los hábitos de alimentación de los bebés y niños pequeños.
Lamentablemente, la misma encuesta encontró que para los 24 meses de edad, más del 10 % de los niños pequeños toma gaseosas todos los días.
Ya sean regulares o de dieta, los refrescos no proporcionan absolutamente ninguna nutrición a tu bebé, por lo que recomendamos no ofrecer estas bebidas.
Al tu bebé llenarse de estas bebidas, comen y toman menos cantidad de los alimentos nutritivos que su organismo realmente necesita.
Además, esas gaseosas le pueden generar daños en los dientes.
3. Papitas fritas
Otro estudio importante realizado en 2008 halló que cerca del 14% de los bebés de 9 meses come papitas fritas por lo menos una vez a la semana.
Por desgracia, ese número aumenta a más del 40% entre los niños de 12 meses de edad, transformando la papita frita en el «vegetal» que más consumen los niños pequeños.
Esto, desafortunadamente, marca el comienzo de un hábito de alimentación poco saludable. Lo recomendable es eliminar el consumo de comidas rápidas lo más que se pueda.
4. Comidas procesadas
La comida procesada, pero en general, es aquella que más haya sido modificada desde que se cosechó y cuanto más larga es la lista de ingredientes que lo acompaña es más «procesado».
Muchas de las papillas y los alimentos industriales fabricados especialmente para los bebés son saludables y adecuados.
«Los alimentos que no son para bebés suelen contener demasiado sodio«, afirma la dietista Eileen Behan, autora del libro The Baby Food Bible (La Biblia de la alimentación del bebé).
Por ejemplo, en lugar de pastas enlatadas, es mucho mejor cocinar unos macarrones y ponerles un poco de queso encima.
5. Postres de gelatina
La mayoría de las gelatinas están hechas casi totalmente de azúcar, colores y sabores artificiales, y una pequeñísima cantidad de gelatina que le da su consistencia.
La gelatina casera, hecha con jugo de fruta, elimina los aditivos artificiales, pero sigue siendo esencialmente jugo de fruta y azúcar.
Gerbstadt sugiere hornear una manzana, hacerla puré, y salpicarla con un poquito de canela. «Es naturalmente dulce y tiene fibras, vitaminas y una textura deliciosa y cremosa«, asegura.
6. Jugos y refrescos de frutas
Es verdad que los jugos están hechos de frutas, pero eso no significa que sean sanos.
La fibra que contienen las frutas frescas, por ejemplo, se pierden casi totalmente durante el proceso de preparación de los jugos, y lo que queda es un montón de azúcar.
Los jugos también pueden causar diarrea a algunos bebés.
«Los jugos son básicamente un desperdicio de calorías», dice el pediatra y autor de varios libros sobre salud infantil, Ari Brown.
El uso de ciertos tipos de jugos para endulzar la comida del bebé tampoco es una buena opción.
Si tu bebé tiene menos de 12 meses, no le des ningún tipo de jugo. La AAP recomienda las siguientes porciones de jugo, según las edades de los niños:
- Bebés menores de 12 meses: no deben recibir ninguna cantidad de jugo.
- Niños de 1 a 3 años: no más de 1/2 taza diaria (120 ml o unas 4 onzas).
- Niños de 4 a 6 años: no más de 3/4 de taza diaria (180 ml o unas 6 onzas).
- Niños de 7 años o más: no más de 1 taza diaria (240 ml o unas 8 onzas).
Si tu bebé tiene más de 12 meses y decides darle jugos, aquí tienes algunas ideas para limitar la cantidad que consume:
- Sírveselo en un vaso normal. Evita dárselo en un biberón, cajita de jugo con popote (pajita) o vasito con tapa que pueda cargar por la casa. Así evitas que adquiera la mala costumbre de beber jugo todo el día.
- Dilúyelo con agua. Puedes empezar mezclando mitad jugo y mitad agua (o agua con gas), y después disminuye poco a poco la cantidad de jugo en la mezcla.
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