Lechuga con partes rosadas, marrones o viscosas: Qué sí y que no debes comer

La lechuga es un alimento muy común pues acompaña muy bien múltiples comidas y ensaladas, además de tener pocas calorías

15 de enero de 2024 - 09:30

Es posible que al comprar una lechuga hayas observado que en sus partes más blancas aparecen pequeñas manchas rojizas.

Están provocadas por el óxido y se deben a que los distribuidores las conservan a un nivel de humedad superior al necesario. Eso sí, estas pequeñas marcas son completamente inofensivas.

“La lechuga es muy delgada y frágil. Se descompone fácilmente y produce mucho líquido”, explicó a Huffpost, Trevor Craig, experto en seguridad alimentaria.

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No obstante, señaló que esto no siempre significa que debes desecharla, pues en algunos casos aun es segura para comer.

Hojas rosadas o marrón claro no son dañinas para la salud

Según indicó Katie Sabatini, dietista registrada y gerente de garantía de calidad y seguridad alimentaria, la coloración rosa o marrón claro que puede aparecer en la lechuga romana y la escarola se conoce como “oxidación”.

“Las razones principales detrás de esta decoloración se deben a un manejo y almacenamiento inadecuados», dijo.

Asimismo, recalcó que si las hojas están magulladas o cortadas, o si la lechuga se almacena con un exceso de humedad, esto puede provocar un desarrollo mucho más rápido de óxido en las hojas.

Sabatini indicó que con el tiempo, a medida que la lechuga se oxida, produce polifenoles como medida protectora para prevenir el crecimiento de moho y hongos.

Esto puede darle una apariencia de óxido, afirmó, enfatizando que es un proceso natural.

Qué alimentos no debes consumir durante la noche. — La lechuga, aunque es un alimento supersaludable, durante las noches eleva las probabilidades de provocarte gases y malestares estomacales.

Asimismo, otro factor que contribuye es la exposición al gas etileno que emiten otros productos en el refrigerador.

Sabatini explicó que si bien la coloración rosada puede ser antiestética, no hace que la lechuga sea insegura para comer. No obstante, si te molesta simplemente puedes cortar esa parte.

“Mientras la lechuga aún esté crujiente y el resto de las hojas parezcan vibrantes y firmes, es seguro comer las partes rosadas”, explicó para el sitio BioBio Chile.

Desecha las lechugas de aspecto viscoso, maloliente, o con manchas negras

Craig señala que las verduras de hojas verdes suelen ser muy frágiles, por lo que al ser aplastadas durante la recolección, el empaque pueden verse algo marchitas, no obstante esto no es peligroso.

Sin embargo, Sabatini dice que las hojas que se ponen negras o están muy húmedas pueden indicar deterioro, porque a medida que envejecen estas adquieren ese aspecto.

Además, cuando son excesivamente empaquetadas, pueden acumular humedad adicional, lo que es un ambiente propicio para bacterias.

Las bacterias de la lechuga causan enfermedades tales como E. coli, salmonella o listeria, lo que puede aumenta la probabilidad de enfermarte.

Cuál es el método correcto para lavar todas tus verduras — Lavar tus vegetales antes de cocinarlos y consumirlos es un paso fundamental para evitar una intoxicación alimentaria.

Estas bacterias pueden causar diarrea, calambres estomacales, vómitos y fiebre, consignan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

Por lo mismo, como medida de precaución, Sabatini recomienda desechar las verduras blandas, con exceso de humedad, viscosas, malolientes o inusualmente oscuras.

En este sentido, evita comprar y consumir: lechugas con muchas hojas viscosas, oscuras o con el envase empapado. También fíjate que no haya moho o manchas negras.

Asimismo, revisa si hay líquido estancado en las esquinas del paquete. No debería haber más que unas pocas gotas de agua.