8 situaciones en las que no deberías pedir disculpas

Admitir que hemos cometido un error es una acción sensata, disculparte con altura después de lastimar a alguien es admirable, porque definitivamente no es algo sencillo, pero hay ocasiones que no ameritan una disculpa, y que en lugar de una cortesía se vuelven una falta de ella

no deberías pedir disculpas

Manifestar tu opinión personal, especialmente en temas controvertidos, no es algo por lo que debas disculparte. Es tu opinión y es válida siempre y cuando la manifiestes con respeto. Crédito: Pexels

Desde pequeños nos enseñan ciertas normas de cortesía, como pedir las cosas por favor y dar las gracias cuando recibimos algo, así como pedir perdón en los momentos que hacemos algo mal. El problema con las disculpas es que hay quienes la adoptan como una manera de cortesía para todo, te decimos 8 situaciones en las que no deberías disculparte.

Las relaciones interpersonales eficientes son una materia pendiente para la mayoría de las personas, que pueden tener las nociones básicas de cortesía, pero que en el intercambio cotidiano pueden tener diferentes conflictos por sus maneras.

Puede tratarse de una diferencia con tu pareja, con un amigo cercano, un familiar, con tu hijo, con tus padres, un compañero de trabajo o incluso un jefe, en general cualquier persona que nos importe y con la que queramos reparar una equivocación, deberíamos pedir disculpas, ¿o no?

Admitir que hemos cometido un error es una acción sensata, disculparte con altura después de lastimar a alguien es admirable, porque definitivamente no es algo sencillo, pero hay ocasiones que no ameritan una disculpa, y que en lugar de una cortesía se vuelven una falta de ella.

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1. Cuando dices lo que piensas

Manifestar tu opinión personal, especialmente en temas controvertidos, no es algo por lo que debas disculparte. Es tu opinión y es válida siempre y cuando la manifiestes con respeto.

La experta en etiqueta Jules Hirst señaló a Best Life que muchas personas piden perdón por tener una opinión diferente. Sin embargo, lo ideal es decir algo como: “tienes una perspectiva interesante. Esto es lo que pienso…”

2. Al rechazar una invitación

Al momento de decidir no asistir a una convocatoria debes considerar el contexto para saber si debes disculparte o no.

Si habías confirmado tu asistencia, a la hora de cancelar deberías incluir unas disculpas. Ahora, si surge una invitación a último minuto, no hay nada malo que debas hacer otra cosa y no puedas ir o no quieras.

Hirst propuso cambiar el: “lo siento, no puedo asistir”, por “gracias por la invitación, pero tengo un compromiso previo ese día”.


3. Al pedir ayuda

A la hora de pedir un favor o ayuda para realizar una tarea, podemos sentir que estamos “molestando” a la otra persona. Pero la realidad es que no siempre podemos hacer las cosas solos, y todas las personas necesitamos ayuda de vez en cuando. Además, deberíamos ser capaces de pedirla sin remordimientos.

La experta en etiqueta propuso enfatizar la gratitud más que el “perdón”. «En lugar de ‘Perdón por molestarte, pero ¿podrías ayudarme?’, podrías decir: ‘¿Puedes dedicar un momento para ayudarme?'», recomendó.

4. Cuando te corrigen un error en el trabajo

Las personas no somos perfectas y los estándares para definir un desempeño exitoso son muy personales. En el caso de haber cometido un pequeño error que está corrigiendo alguien más, se trata de una oportunidad para fomentar el espíritu de trabajo en equipo, dando las gracias por ello.

5. Al escribir una carta de renuncia

La experta en protocolo y etiqueta, Laura Windsor, advirtió a Best Life que nunca debes pedir disculpas en papel, como al momento de escribir una carta de renuncia, ya que se trata de un registro permanente.

6. Cuando negocias un aumento salarial

Pedir que te paguen más por tu trabajo puede conllevar sentimientos de culpa, debido a que no es una idea sencilla de defender de buenas a primeras.

Pero algo que debes evitar a toda costa es pedir disculpas porque profundiza la división entre las dos partes y debilita tu postura negociadora, en lugar de fomentar un entorno de colaboración e interés mutuos.

De la misma manera, tampoco deberías disculparte tras ganar una negociación porque puede socavar la legitimidad percibida de su victoria y «profundizar la herida» para la otra parte.

7. Por estar incómodo en una reunión grupal

Las reuniones sociales se han convertido en todo un reto para las personas, especialmente después del confinamiento por la pandemia. Conocer nuevas personas o relacionarse con compañeros, amigos o familiares puede ser complejo para muchos.

Hay quienes sienten la necesidad de disculparse por no querer beber alcohol, o por acercarse a nuevas personas. Es un error, aseguró Windsor.

8. Cuando alguien está enojado, pero tú no tienes la culpa

Algunas personas son especialmente sensibles a las emociones de los demás y sienten la necesidad de disculparse ante la primera señal de enojo, incluso cuando no tienen la culpa. Esto podría percibirse como una señal de empatía, pero la realidad es que hay que tener la autoestima suficiente para que cada quien se haga responsable de sus propias emociones.

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