Diario de un padre primerizo: cómo cargar a tu hijo recién nacido, cuidando especialmente su cabeza
En esta sección quiero contarte todas mis experiencias como papá primerizo, empatizar contigo, ofrecerte consejos que voy aprendiendo y contarte los errores que llegué a cometer
¡Hola, hola! ¡Papá primerizo! ¿Cómo vas en esta agotadora y maravillosa experiencia de criar a un bebé? Yo ya ni sé cuántas tazas de café llevo, mi esposa aprovecha de dormir mientras nuestro hijo también lo hace y yo, pues, aquí estoy, compartiendo contigo todo lo que voy aprendiendo. Hoy quiero hablarte sobre una regla básica que necesitas aprender rápido: cómo cargar a tu recién nacido.
La primera vez que lo intenté, lo tomé como pude, solo sabiendo que tenía que sostener bien su cabecita. ¡Puff, me dio hasta vergüenza!
Ya en una segunda ocasión fue más llevadero y luego fui perdiendo el miedo. En cambio, mi esposa, con todos los videos que consumió durante su embarazo, se movía como pez en el agua. Pero basta de dudas, porque eres un excelente papá primerizo y vas a lograrlo.
Cómo cargar a tu bebé recién nacido
Lo más importante de esta tarea es que sepas dónde colocar tus manos y brazos, dependiendo de la forma en que lo sostienes. También es diferente cuando lo tomas desde la cama, la cuna, si alguien te lo pasa o si está acostado boca abajo.
El punto en el que debes enfocarte siempre es en su cabecita, que no podrá sostenerla durante sus primeros tres meses de vida. Según expertos, esto sucede porque los músculos del cuello aún están débiles, así que necesitamos tener especial cuidado.
Una de tus manos debe ir abierta por detrás de la cabeza de tu bebé, exactamente en la nuca, mientras que la otra necesitas colocarla en su espalda, específicamente en su cintura. De esta forma conseguirás un equilibrio, y como tu bebé recién nacido quizás no supere los 3.5 kilos, el peso no será problema.
Otra manera de sostenerlo es abrazándolo con tus manos y antebrazos. Lo correcto es que lo bordees por detrás, haciendo que su cabecita reposa en tu antebrazo, mientras que con la mano lo sostienes desde la cintura o espalda baja.
En tanto, con tu otro brazo refuerzas por debajo. Aquí te dejo una imagen ejemplar:
A mí particularmente me gusta esa técnica, porque me hace sentir más cómodo y seguro. Incluso, si lo atraes hacia tu cuerpo, lograrás sostenerlo mejor. Y si colocas una cobija por debajo, te será mucho más fácil equilibrarlo.
Cómo cargar a tu bebé recién nacido para sacarle los gases
Cada vez que tu pareja amamante al bebé o le den su tetero, el siguiente paso obligatorio es el de sacarle los gases, lo que también requiere una tercera forma de cargarlo. Sin embargo, esta es más sencilla.
La primera vez que me tocó sacarle los gases a mi hijo, estaba tan enfocado en cómo sostenerlo que ni siquiera sabía si los había soltado. Y francamente, aún no identifico bien los sonidos. Se supone que son eructos o cortos gestos de hipo. Con los «pedos» si no tengo problema para identificarlos (ja, ja, ja!).
Prácticamente, tienes que tomarlo de la misma manera que en la primera técnica (una mano sobre la nuca y la otra sobre la cintura), pero en posición vertical, porque vas a llevártelo al pecho o al hombro para que repose mientras le sacas los gases.
La única diferencia es que la segunda mano va debajo del pañal, por lógica de gravedad.
Ten mucho cuidado con su cabecita en esta posición, porque ya que vas a darle palmaditas en la espalda, soltarás la mano que sostiene su cabeza, así que asegúrate de apoyarla sobre tu cuerpo.
A mí me pasó que casi se me va de lado, pero afortunadamente reaccioné a tiempo. No te confíes del todo, porque recuerda que no puede sostenerla por sí solo.
¿Y si está acostado?
Si ya aprendiste las técnicas anteriores, estoy seguro de que levantarlo de la cuna o la cama te será «pan comido». La primera vez que lo hice pensé que sería más complicado, sobre todo cuando estaba boca abajo, pero es cuestión de aplicarle un poco de lógica.
Lo correcto es que, indistintamente de la posición en la que duerma, cuando quieras cargarlo, primero debes enderezarlo boca arriba, poco a poco. Seguidamente, pon las manos en las posiciones que ya te indiqué (nuca y cintura) y listo, lo tendrás seguro en tus manos.
Es cierto que al principio puede dar un poco de miedo (y no pasa nada), pero es fundamental que pierdas ese temor para que disfrutes del momento. Yo a mi hijo le doy las nuevas noticias del fútbol, le canto y le digo cuánto lo amo. A veces, hasta me regala la sonrisa más tierna del mundo.
¡Y bien! Estas son las recomendaciones más elementales que puedo ofrecerte hasta ahora para que cargues a tu recién nacido. No olvides lavarte las manos previamente y cuidado de tenerlas frías, porque podrías resfriarlo.
Desde la sección de comentarios, comparte con nosotros y otros lectores cómo fue tu experiencia como padre primerizo, al cargar a tu bebé recién nacido. También te invitamos a ofrecer más consejos y anécdotas.
¡Ya vuelvo, mi bebé despertó!