Qué es el «síndrome de la princesa»: cuando crees vivir en un «cuento» y merecerlo todo
Según investigaciones de la Universidad de Melbourne, el "síndrome de la princesa" crea distorsión en los estereotipos femeninos, incluyendo tu físico, tu deseo de absoluta atención y la creencia de merecerlo todo, hasta un "príncipe encantado"
Anteriormente, te contamos sobre el «síndrome de la Cenicienta» y cómo afecta tu vida amorosa. Sin embargo, también existe el «síndrome de la princesa», que si bien Ceniciencia pasó de ser una sirvienta a una princesa, ambos escenarios están bien diferenciados.
Es cierto que muchas mujeres crecen sintiéndose princesas, que deben ser tratatas como tal y que en algún punto de la vida hallarán a su «príncipe encantado» para una relación amorosa feliz y duradera.
Aunque no parece haber algo negativo en estos objetivos, porque todos aspiramos a una buena pareja y a que nos traten como creemos merecerlo, es probable que también desarrolles el «síndrome de la princesa», que incluso puede provenir de la infancia.
El «síndrome de la princesa» te hace creer tu vida es como un «cuento de hadas»
Según investigaciones científicadas, publicadas por la Universidad de Melbourne, en Australia, este síndrome definitivamente crea una distorsión en los estereotipos femeninos, debido a las hermosas princesas que aparecen en cuentos de hadas, como «Bella», «Megara», «Blancanieves» y la misma «Fiona».
Cuando eres criada y educada con la constante afirmación de que eres una princesa, similar a las una película de Disney, corres el riesgo de que desees y creas merecerlo todo en la vida. Pero no en base a tu trabajo, esfuerzo, habilidades y experiencia, sino porque simplmente «debe ser así».
«Si un padre o madre le dice a su hija repetidamente que es una princesa y merece ser tratada como tal y que necesita estar con un ‘príncipe’, es casi seguro que desarrollará el ‘síndrome de la princesa'», aseguran los investigadores.
Que quede claro: toda mujer merece ser tratada como una princesa, así como todo hombre debería ser un caballero. Sin embargo, vivimos en un mundo donde la mayoría de las veces, lamentablemente, no está funcionando así, y el «síndrome de la princesa» puede llevarte a la obsesión por ese escenario.
Tanto tu vida social como tu vida amorosa se verían afectadas por la búsqueda de una idea y no una realidad. Si bien pudieras toparte con un «príncipe», también existe el riesgo de que veas a cualquier hombre como tal, lo que es peligroso al momento de tomar decisiones.
El «síndrome de la princesa» también distorsiona la imagen de tu cuerpo
¡Por supuesto! Todas las princesas de los cuentas de hadas tienen una figura perfecta, un rostro bien definido, juegos de colores en los ojos, el cabello y voz melodiosa.
Cuando padeces el «síndrome de la princesa», es casi seguro que se abra una obsesión por el físico, desarrolles conductas superficiales y solo te centres en aquello que es hermoso a simple vista.
Además, pudiera hacerte caprichosa y egoísta, al querer ser siempre la número uno, popular y elegida por todos, incluso con poca empatía hacia los demás, porque tú eres el centro de atención «y así debe ser».
Para atender este curioso trastorno, la mejor opción es la terapia psicológica, que pueda analizar de dónde proviene el síndrome, en qué punto se encuentra y qué métodos puede tomar el paciencia para regularizar esa conducta.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.