Mi hijo no quiere a su abuela: qué puedo hacer
La doctora Rocío Pedraz de Juan, de origen español y con amplia experiencia en atención pediátrica, ofreció un motivo generalizado por el que tu hijo podría estar rechazando a su abuela y qué debes hacer para fortalecer ese vínculo
Los vínculos entre abuelos y nietos suelen ser muy especiales, por lo que no es normal que tu hijo la rechace de manera radical. Crédito: Shutterstock
En algunas familias, los nietos y abuelos suelen tener un lazo muy especial, al punto de que los consideran un segundo padre o una segunda madre. Sin embargo, en otros escenarios parece que esa conexión no resulta o se pierde, por lo que podrías pensar que tu hijo simplemente no quiere a su abuela.
La doctora Rocío Pedraz de Juan, de origen español y con amplia experiencia en atención pediátrica, explica que el rechazo de un hijo por su abuela pudiera ser repentino. Quizás al principio, cuando era un niño, se llevaban fenomenal, pero luego cambió de un momento a otro.
«Si tu hijo está rechazando las visitas de sus abuelos, es importante que no lo ignores. Podría haber una razón detrás de este comportamiento y es importante abordarla para mantener una relación saludable entre ellos», sugiere la especialista.
Qué hago si mi hijo no quiere a su abuela
Pídele una explicación a tu hijo (pídela, no la exijas)
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Convérsalo de manera natural, sin que suene a regaño ni a demostrar un cariño obligatorio. Simplemente, pregúntale por qué no la quiere o la rechaza.
«Escucha sus respuestas con atención y trata de comprender. A veces los niños se sienten abrumados por la atención de los abuelos», argumenta la doctora Rocío Pedraz de Juan.
No obligues a tu hijo
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Si no quiere ver a su abuela, no lo fuerces ni le impongas un «esa es tu abuela y debes hacerlo», porque terminarás rompiendo más el vínculo.
Una buena idea es que organices actividades familiares en los que pueda asistir la abuela, pero asegúrate de que haya más personas, de modo que no sea como «visitar a la abuela». Al menos podrás acercarlos y quién sabe lo que pase.
Habla con la abuela
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Indistintamente, si es tu mamá o tu suegra (ambas abuelas), habla con ella y compártele que estás haciendo lo posible para que tu hijo cambie su actitud. Asimismo, aclárale que no puedes obligarle, pero que seguirás intentando.
Otra buena idea es que, a la distancia, la abuela tenga algunos gestos con su nieto: enviarle un dulce, una carta o una invitación divertida. Sin bien no garantiza el éxito, es un gran intento.
Si lo crees necesario, busca terapia
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Primero por separado. Una donde pueda asistir la abuela y expresar todo lo que siente al profesional, y luego una sesión para tu hijo, donde pueda responder algunas preguntas clave.
Es importante que no obligues a tu hijo a asistir a la terapia. Si definitivamente no quiere ir a un consultorio, lleva al terapeuta a casa y preséntalo como un amigo. De este modo podrá evaluar la conducta de tu hijo en cuanto se toque el tema de la abuela.
Y si decide asistir al consultorio, es fundamental que el profesional le exprese a tu hijo lo que su abuela está sintiendo.
El rechazo y las escasas o inexistentes muestras de cariño, por parte de tu hijo hacia su abuela, no es algo normal. A menos que haya sucedido algún episodio que no te han contado, él no tendría motivos para comportarse de esa manera, así que evalúa también si te perdiste de alguna anécdota.
