Por qué debes colocar hojas de laurel en el baño
El laurel es un elemento muy versátil, y gracias a su poder aromático (sobre todo cuando son hojas frescas) hay dos formas en que puedes aprovecharlo desde la zona más privada de tu hogar: el baño
Está bien utilizar hojas de laurel para darle gusto a tus recetas de cocina, y si eres practicante de lo esotérico, sabrás incluso que sirve para limpiar energías negativas en casa. ¿Pero colocarlas en el baño? Suena extraño, ¿cierto? Sin embargo, podría darte más beneficios de lo que imaginas.
La realidad es que el laurel es un elemento muy versátil, y gracias a su poder aromático (sobre todo cuando son hojas frescas) hay dos formas en que puedes aprovecharlo desde la zona más privada de tu hogar, como es el baño.
Los dos beneficios de colocar hojas de laurel en el baño
El principal aporte es que, al meter hojas de laurel frescas en el baño, dejarás impregnado un agradable olor que se mantiene con las horas. De este modo, después de hacer tus necesidades, ayudará a que el espacio continúa siendo agradable.
Por supuesto, esto no sustituye la ventilación ni la correcta limpieza que le hagas al baño. Aquí te dejamos 4 trucos para que esté limpio por más tiempo.
Y el segundo beneficio lo obtienes cuando enciendes el agua caliente de la regadera. En cuanto el vapor que sale del agua de la ducha se mezcle con el laurel, obtendrás una esencia que es absorbida por los poros de tu piel.
De esta manera, conseguirás un efecto que te revitaliza y ofrece suavidad en tu piel. Gracias a ese proceso de condensación, también combatirás signos de envejecimiento, como las arrugas. También mejora la elasticidad de la piel y la hidrata.
Y por si fuese poco, su aceite esencial te ayudará a mejorar tu digestión.
Otra forma de aprovechar las hojas de laurel en el baño
Desafortunadamente, el baño es un espacio del hogar que suelen visitar las cucarachas, porque se cuelan por la ventana, una tubería o quizás una papelera mal tapada.
Y para espantar a estos desagradables insectos, una de las mejores formas de hacerlo es diseñando un repelente casero a base de laurel. Las hojas desprenden un olor que, si bien es agradable para ti, suele ser irritante para las cucarachas.
Reúne entre 150 y 200 gramos de hojas de laurel y aplástalas en una trituradora de alimentos o una batidora. En caso de que no tengas, puedes desmenuzar las hojas con las manos.
Seguidamente, cuando tengas el polvo o los trocitos muy pequeños, debes esparcirlos en puntos estratégicos donde detectaste las cucarachas.
Otra manera de activar el repelente contra las cucarachas es utilizando las hojas de laurel enteras, colocándola en los mismos puntos estratégicos (y evitando que se vuelen). La cocina, el comedor y los baños son las áreas preferidas de estos insectos.