Por qué no deberías ponerle protector a tu cepillo de dientes, según dentista

La doctora Sol Lois, odontóloga de origen argentino, explicó por qué nunca deberías ponerle un protector o "capuchón" de plástico a tu cepillo de dientes, advirtiendo que es una medida completamente contraproducente

La razón por la que no debes colocarle protector al cepillo de dientes.

Los protectores de plástico cubren las cerdas de un cepillo de dientes para alejarlo de suciedades, sin embargo, su uso es para ocasiones exclusivas. Crédito: Shutterstock

Nada como terminar de cepillarte los dientes y colocarle su protector en las cerdas, evitando que cualquier bacteria se estacione en tu más preciado objeto diario de aseo personal. Pero la verdad, es que estás muy lejos de la realidad. La doctora Sol Lois, odontóloga de origen argentino, advierte que es una medida completamente contraproducente.

Si quieres mantener tu cepillo en óptimas condiciones, te explicamos cómo desinfectarlo y cada cuánto tiempo debes cambiarlo. Sin embargo, aquel protector de plástico, que suelta su melodioso «clic» al cerrarlo, no es más que una farsa.

También llamado «capuchón», este objeto encierra las cerdas de tu cepillo de dientes en un ambiente muy húmedo (producto de que lo acabas de usar). Y esa humedad favorece la proliferación de microorganismos.

Esto significa que, por más que limpies y desinfectes el protector, ese «clima» húmeda lo expondrá continuamente a todo tipo de bacterias, que desafortunadamente luego te llevas a la boca.

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¿Y por qué diantres existe el protector de plástico? ¿Acaso es una estrategia comercial? La odontóloga Sol Lois aclara que «el capuchón se utiliza para transportar el cepillo de dientes, exclusivamente, y no en forma habitual».


Tu cepillo de dientes ni siquiera deberías guardarlo en el baño

La razón principal son los escasos metros (incluso menos de un metro) que pueda estar del inodoro, que transmite un rociado de bacterias en el aire.

Cada vez que descargas el agua, automáticamente se desprenden partículas que pudieran alcanzar tu cepillo de dientes. Motivo, además, por el que nunca debes dejar la tapa del inodoro abierta, menos al jalar la cadena, porque puede ser un peligro para tu salud.

Fermentos, vapores, bacterias y virus que salen de tu orina y las heces quedan flotando por todo el baño y lo primero que buscan es algo húmedo para cultivarse, por lo que tu cepillo de dientes luce como una excelente idea.

Después que lo uses, en cualquier momento del día, lo correcto es que lo enjuagues con abundante agua, lo seques y luego lo guardes en un sitio seco, donde las cerdas no sean alcanzadas por polvo, bacterias u otras partículas. Por ejemplo: una gaveta o un bolso pequeño.

Y por favor, aunque te parezca romántico que el color rosa y el azul de tu cepillo y el de tu pareja permanezcan juntos, no es lo adecuado para la salud bucal de ambos. Es el mismo caso de compartir un cepillo de dientes, algo que los expertos en la materia rechazan por completo.


La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.

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