Rechinar los dientes al dormir: qué pasa si no eliminas este hábito
El bruxismo puede causar múltiples molestias en distintas zonas de tu dentadura, por lo que es vital que identifiques las consecuencias y puedas asociarla a la posibilidad de que estás rechinando los dientes al dormir
Incluso como una manera de «tararear» canciones, rechinar los dientes al dormir, o por las noches, es una condición que puede perjudicar severamente tus dientes, encías y otras partes de tu dentadura. Aunque se trata de un trastorno, para otros un mal hábito, es complicado que halles una cura, por lo que te toca concientizarlo y eliminarlo lo más que puedas.
La ansiedad y el estrés, lo que provoca pensamientos intrusivos, es uno de los motivos más claros que provoca el llamado bruxismo. Pero aquí te van algunas consecuencias que, al detectarlas, podrías comenzar a evitar rechinar los dientes.
5 consecuencias de rechinar los dientes al dormir
Problemas al masticar
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Tu dentadura sufre cuando rechinas los dientes en la noche, especialmente por la fuerza que ejerces entre los dientes al hacerlo. Así lo detalla la doctora Lior Tamir, dentista reconstructivo con sede en Silicon Valley.
La especialista explica: «Estas fuerzas son extremadamente perjudiciales para nuestros dientes y estructuras de soporte en nuestra boca».
Asimismo, está comprobado que rechinar los dientes podría causar síndrome de la articulación temporomandibular (TMJ), una condición que afecta las dos articulaciones que aguantan la mandíbula en el cráneo. Quién padece este trastorno tiene dificultad para abrir completamente la boca y para masticar su comida.
Dolores de cabeza al despertar
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El doctor Sean Kutlay, dentista radicado en California, explica que rechinar los dientes en la noche podría ser la causa por la que despiertas con fuertes dolores de cabeza sin aparente explicación.
En este sentido, el especialista recomienda ir al dentista para comprobar que se trata de bruxismo, y para conseguir un protector y usarlo en las noches. Esto con la finalidad de que los dientes no choquen unos con otros, sino con este protector personalizado.
Sin embargo, Sean Kutlay asegura que esto es solo una solución temporal, se debe atacar la raíz del problema. El experto aconseja: «Aislar las fuentes de estrés y ansiedad y tratar de eliminar esos desencadenantes durante el día puede ayudarte a dejar de rechinar».
Dolor en la mandíbula
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Así lo detalla Sean Kutlay, quien insiste en que el dolor es producto de la fuerza que ejerces en la mandíbula. También agrega que esta condición es «una progresión lenta y constante que conduce al astillado y desgaste de los dientes, lo que provoca el envejecimiento prematuro de la sonrisa».
Por lo que la idea no es calmar el dolor, sino prestar atención para atacar el problema. El bruxismo es una de las razones más comunes por la que las personas necesitan rehabilitación cosmética, debido a todos los daños que causa, dice.
Sensibilidad en los dientes
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Rechinar los dientes por la noche también provoca sensibilidad en los dientes. Así que si sientes que al comer helado o tomarte un café caliente tienes una sensación dolorosa, puede deberse también al bruxismo.
La doctora Lior Tamir explica que «nuestros dientes desarrollan espacios a lo largo de la línea de las encías llamados abfracciones, que crean dientes más sensibles». Del mismo modo, el especialista recomienda el uso del protector nocturno para corregir esta condición.
Tus dientes pueden romperse
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Si no atacas a tiempo el bruxismo, los daños pueden ser tan graves al punto de romper algunos de tus dientes. La doctora Lior Tamir detalla que por causa de la fuerza del rechinamiento, ha visto dientes fracturados por la mitad.
Asimismo, El doctor Sean Kutlay asegura que, a largo plazo, podrían agrietarse coronas, implantes, empaste y hasta dientes naturales y sanos. La especialista insiste en usar el protector nocturno, e incluso recomienda una inyección de Botox en la mandíbula, esto también podría ayudar con esta condición.
El bruxismo es una condición que puede ser tratada, pero que hasta los momentos no tiene una cura. Y para que empieces a mejorar, debes estar plenamente consciente de que lo padeces y tomar las recomendaciones de los profesionales.