4 beneficios de comer postre regularmente, según expertos

La dietista registrada Caroline Young compartió que es una fiel defensora del postre y estos son los beneficios que defiende en el proceso de ser una especialista de la Nutrición y pedir el postre sin remordimientos

beneficios de comer postre

La cultura de la dieta ha estado muy presente a lo largo de los años, sobre todo en los que había modelos de “cuerpo ideal” muy demarcados y en los que se relacionaba directamente un menos peso con una “mejor salud”. Crédito: Pexels

¿Eres del #TeamPostre? Esos que no termina la comida sin un dulcito. Pues, buenas noticias para ti, a pesar de que hayas escuchado lo contrario, este hábito podría tener 5 beneficios en tu salud, según expertos.

El mundo se divide entre aquellos que prefieren en salado y en consecuencia disfrutan más los platos fuertes y aquellos que son dulceros y su mayor preocupación es con que terminarán su almuerzo, si con un postre dulce o ácido.

La dietista registrada Caroline Young compartió en su artículo para Well + Good que es una fiel defensora del postre y estos son los beneficios que defiende en el proceso de ser una especialista de la Nutrición y pedir el postre sin remordimientos.

1. Recuperar nuestro poder de la cultura de la dieta y a desarrollar relaciones de mayor confianza con nuestro cuerpo

La cultura de la dieta ha estado muy presente a lo largo de los años, sobre todo en los que había modelos de “cuerpo ideal” muy demarcados y en los que se relacionaba directamente un menos peso con una “mejor salud”.


Estos patrones que se han transmitido de generación en generación nos han hecho mucho daño, sobre todo a las mujeres, víctimas de los estándares de belleza. En consecuencia, se desarrollan trastornos alimenticios, una mala alimentación, con la comida, con el cuerpo y una idea errónea de los que es salud.

“Una forma de recuperar nuestro poder y conectarnos con nosotros mismos es otorgar permiso para comer todos los alimentos, lo que incluye los postres (excepto si es alérgico a un ingrediente o realmente no prefiere algo)”, indicó.

2. No comer postre puede promover más estrés fisiológico que comerlo

¿Lo prohibido se hace más tentador? Sí, definitivamente sí, y aquellas personas que han hecho una dieta lo saben perfectamente. Todo lo restringido parece más apetecible, genera más estrés y con él muchas otras consecuencias.

De hecho, el estrés crónico está relacionado con enfermedades como la depresión y condiciones como las enfermedades del corazón.

La dietista registrada y especialista certificada en atención y educación en diabetes, Caroline Thomason, aseguró al medio que si esforzarte mucho durante la hora del postre después de la cena hace que te sientas estresado, abrumado y más restringido, en realidad puedes beneficiarte al permitirse comerlo en su lugar.

La restricción se acompaña de preocupación por la comida, aislamiento social y aumento de la ansiedad.

La nutricionista Patricia Kolesa contó que algunas personas terminan los envases de helado bajos en azúcar y bajos en calorías y terminan comiendo más en comparación con lo que comerían con un helado normal.

3. Comer postre regularmente los normaliza y los baja de su pedestal

La comida no es un “premio”, a pesar de que la cultura de la dieta te lo ha hecho creer. Es un tipo de alimento como los demás, tal vez no sea tan nutritivo, pero sí es delicioso. Pedestalizarlo solo lo hace más deseable y eso es una mala relación con la comida.

Young explicó que comer postres regularmente (lo que puede significar diariamente o semanalmente) ayuda a ponerlos en un terreno neutral con todos los demás alimentos.

4. Los postres suelen incluir nutrientes esenciales

Tu postre podría ser fuente de los tres macronutrientes que nuestro cuerpo y cerebro necesita, tales como: carbohidratos, con los lácteos, frutas y granos; grasas, de aceites y mantequilla; y, a veces, proteínas de nueces y lácteos.

Adicionalmente, por lo general, también brindan vitaminas y minerales esenciales como la vitamina D y el calcio, así como fibra y antioxidantes.

“Desde las galletas hasta el pastel, todos los postres que amamos nos ofrecen al menos un tipo de nutriente”, dijo Young.

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