Intoxicación alimentaria: 8 errores que jamás debes cometer en la cocina

El doctor Robert Gravani, experto en ciencias de la alimentación, enumeró algunos de los errores que jamás debes cometer en la cocina, ya que elevan el riesgo de que sufras una intoxicación alimentaria

Errores en la cocina que producen intoxicación alimentaria

Cuando estás cocinando puedes cometer una contaminación cruzada, lo que te deja en riesgo de intoxicación alimentaria. Crédito: Shutterstock

Por muy deliciosa que haya quedado tu comida, esto no te absuelve de los errores que pudiste haber cometido al momento de prepararla, corriendo el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria. El doctor Robert Gravani, profesor emérito de ciencias de la alimentación en la Universidad de Cornell, enumeró algunos de los fallos más garrafales que pueden suceder en la cocina.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron una guía de tips para prevenir una intoxicación alimentaria al momento de cocinar. Sin embargo, para que tengas una experiencia completa, también es importante conocer los errores.


8 errores en la cocina que te dejan en riesgo de intoxicación alimentaria

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No lavarte las manos

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También incluye el lavado deficiente de manos. Cuando este paso fundamental se te olvida, tus alimentos quedan expuestos a todo tipo de gérmenes, señala el doctor Robert Gravani.

Asimismo, indicó que la mejor forma de lavarte las manos es con agua y jabón, frotándote durante unos 20 segundos. Y después de preparar la comida, especialmente si son carnes crudas, vuelve a lavártelas.


Lavar las aves crudas antes de cocinarlas

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¡Jamás debes lavar el pollo y otras carnes antes de cocinarlas! Y la razón principal es que la mayoría de estos alimentos crudos contienen bacterias que proliferan con el agua.

“El agua puede propagar estas bacterias al fregadero, grifos, encimeras, utensilios y otras superficies donde pueden contaminar fácilmente otros alimentos”, reiteró el experto.

Según los CDC, estas bacterias solo se eliminan cuando les cocinas el alimento a una temperatura interna de 165° F.


No lavar tus frutas y verduras

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TODAS tus frutas y verduras debes lavarlas para evitar una intoxicación alimentaria. Y también es correcto que luego las seques con una toalla de papel absorbente.

El doctor Robert Gravani dice que este proceso ayuda a eliminar cualquier residuo (como la arena) atrapada entre las hojas y reduce la cantidad de bacterias. Lo ideal es que lo hagas antes de sacarles la cáscara.

El experto también aclaró que no tienes que usar jabón ni detergente, ya que los residuos del jabón también contaminan el alimento.


Usar los mismos utensilios durante toda la preparación

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Es un hábito extraño e ilógico, pero que sucede con una frecuencia abismal. Supongamos que estás preparando carne molida y desmenuzas la carne cruda con el mismo cubierto con el que luego revuelves la preparación en el sartén. ¡NO!

Tampoco debes usar la misma espátula para poner tus carnes de hamburguesa crudas en la parrilla y luego para retirarlas ya cocidas. Esto es lo que se llama contaminación cruzada.

Va otro ejemplo: que cortes la carne o el pollo crudo en tu tabla de cortar, y luego sin lavarla, piques las verduras encima de los restos del alimento crudo. ¡Fatal!

Utiliza nuevos utensilios siempre, lava los que vayas empleando y altérnalos para que lo crudo no se mezcle con lo cocido.


Tomar los condimentos con las manos llenas de alimento crudo

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Otro hábito que te lleva directo a una intoxicación alimentaria: meter tus manos llenas de pollo crudo en el tarro de sal, aliño o pimienta, produciendo una nueva contaminación cruzada.

“Si las especias vuelven al gabinete sin lavar o las vuelves a tocar mientras sazona los alimentos cocinados, esto aumenta el riesgo de contaminación cruzada”, señala el doctor Robert Gravani.

Lo mejor es que en un plato adicional pongas la cantidad de especias que vas a utilizar o también podrías lavarte las manos antes de sazonar.


No usar termómetros de cocción

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Está bien que te consideres un experto en saber cuándo el pollo o la carne están bien cocidos, pero el método más seguro (siempre) es utilizar un termómetro de cocción.

“Según investigaciones, está demostrado que no se puede saber si un alimento está completamente cocido con solo mirar su color o textura”, advierte Gravani.

Con el tiempo podrías aprender la cantidad de fuego y tiempo que necesita una preparación, pero el riesgo de intoxicación alimentaria estará latente.


Esperar mucho tiempo para guardar las sobras en la nevera

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Para no caer en este error, lo más saludable es que tomes el tiempo desde que apagas el fuego del alimento recién cocinado. A partir de ese momento, lo ideal es que no pasen más de dos horas antes de llevar las sobras a la nevera.

Y si la temperatura ambiente es superior a los 90° F, hazlo inmediatamente después de una hora.

La razón es que, en una temperatura insegura, las bacterias pueden empezar a crecer y muy rápido.

Asimismo, procura que el refrigerador trabaja a 40° F o menos, dividiendo tus sobras en recipientes pequeños para que se enfríen más rápido. Y si vas a recalentarlas, ajusta la temperatura en 165 ° F.


Comer sobras que tienen más de cuatro días en la nevera

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Muchas veces te confías del olor, el aspecto e incluso el sabor, pero aunque no luzca podrida, el crecimiento de bacterias es un hecho después que tus sobras han estado más de cuatro días en la nevera (3-4 meses en el congelador).

El doctor Rober Gravani recomienda que tires cualquier sobra al quinto día, evadiendo el riesgo de intoxicación alimentaria.

Y un hábito estratégico es escribir en el envase la fecha de guardado en la nevera, de modo que luego no te confundas y te comas un alimento caducado.

La intoxicación alimentaria es un riesgo muy frecuente, porque los hábitos de higiene en la cocina desafortunadamente no se cumplen como debe ser. Aunque no te enfermes en una oportunidad, esa constante exposición a la contaminación en tu cocina puede llegar a ser mortal.


La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.

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