6 medicamentos que pueden engordarte, según farmaceutas
De acuerdo a varios expertos farmacéuticos, hay al menos 6 tipos de medicamentos que pueden llevarte a engordar
Además de una inadecuada alimentación, existen otros factores que pueden llevarte a aumentar de peso. Algunas pastillas anticonceptivas, por ejemplo, aunque los expertos revelaron una realidad a considerar. Otro motivo que pudiera engordarte es el estrés, cuando se disparan tus niveles de cortisol. Pero también hay una tercera razón: los medicamentos que estás consumiendo.
De acuerdo a varios expertos farmacéuticos, hay al menos 6 tipos de medicamentos que pueden llevarte a engordar, producto de sus efectos secundarios.
Sin embargo, este aumento tampoco es drástico. Si notas que estás subiendo de peso muy rápido, no te enfoques en culpar tu tratamiento, sino que también revisa cuáles son los hábitos que estás llevando a diario, en tu alimentación y actividad física.
Los 6 medicamentos que pueden engordarte al consumirlos
ISRS
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Se trata de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, que se le conocen como ISRS. Este tipo de medicamentos se traducen en antidepresivos recetados con frecuencia, como la paroxetina, sertralina y fluoxetina.
De acuerdo al farmaceuta Aaron Emmel, profesional en asuntos médicos, una de las desventajas que tienen los antidepresivos es que pueden alterar potencialmente tu apetito y los hábitos de ejercicio. Esto significa que un paciente que los necesita consumir constantemente tendrá tendencia a subir de peso.
«Ese aumento ocurre temprano, así que hable con su médico para optar a otras alternativas», recomendó.
Bloqueadores beta
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Son los medicamentos destinados a tratar la hipertensión y otras afecciones cardiacas, así como las migrañas, el glaucoma, e incluso la ansiedad. Sin embargo, los expertos de Mayo Clinic advierten que el inicio de un tratamiento con bloqueadores beta podría darte de dos a tres libras extra.
También sugieren evaluar si dicho aumento de peso se debe al mismo consumo del medicamento o a una retención de líquidos producto de la insuficiencia cardiaca.
Corticosteroides
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Algunos medicamentos que forman parte de los corticosteroides son la prednisona y cortisona, que quizás alguna vez los escuchaste y son recetados para tratar la inflamación.
Según el farmaceuta Aaron Emmel, «cuanto mayor sea la dosis y cuanto más tiempo lo tomes, es más probable que haya un aumento de peso».
Cuando se toman por periodos cortos, es poco probable que haya efectos secundarios como el de engordar, sin embargo, se dice que el efecto de los kilos de más desaparece en los meses posteriores tras haber dejado el medicamento.
Anticonvulsivos
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Son recetados bajo estricta prescripción médica a pacientes con epilepsia y otros trastornos que pudieran producir convulsiones.
La farmaceuta Jessica Nouhavandi, cofundadora de Honey Bee Health, confirmó que este tipo de medicamentos desarrollan un aumento del apetito en el paciente. Mencionó: gabapentina, pregabalina y vigabatrina.
«Si siente que el medicamento no es para usted, hable con su médico para cambiar a medicamentos epilépticos que estén asociados con la pérdida de peso o que sean neutrales», aconsejó la experta.
Antipsicóticos
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Son utilizados exclusivamente para las afecciones psicológicas como la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Uno de los ejemplos más comunes es la olanzapina (Zypreza), que de acuerdo al portal Everyday Health, produce una alteración en las funciones de la glucosa, haciendo incluso que aumente el colesterol.
Por su parte, la farmaceuta Mitchell Howard, experta en ciencias farmacéuticas en la Universidad de Toledo, apuntó que la lurasidona y la ziprasidona son antipsicóticos con «menos posibilidades de causarte aumento de peso».
Antihistamínicos
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Los antihistamínicos son un verdadero salvavidas cuando se trata de rinitis alérgica y otro tipo de alergias, en la piel, por ejemplo. Un estudio reciente también sugirió que pueden aliviar los síntomas de COVID largo.
Si bien no se ha determinado la causa exacta, los expertos señalan que algunos antihistamínicos como fexofenadina y cetirizina están asociados a la posibilidad de aumentar de peso al consumirlos.
Hasta el momento, se cree que este tipo de medicamentos pueden alterar tu apetito e incluso producirte cambios metabólicos.
Es probable que algunas veces no haya solución, puesto que podrías estar consumiendo el medicamento que justamente necesitas. Sin embargo, siempre tienes la posibilidad de hablar con tu médico y verificar qué otras opciones están disponibles para tu tratamiento.