¿Mi hijo puede tomar café?: 3 cosas que debes tener en cuenta
Los expertos recomiendan que los niños menores de 12 años de edad deben abstenerse de la ingesta de cafeína, debido a que son más sensibles que los niños mayores porque sus cerebros aún se están desarrollando
El café es una bebida sagrada para la mayoría de las personas, pero ¿se puede considerar segura para los niños? Hay 3 cosas que debes tener en cuenta cuando te preguntas si tu pequeño puede tomarlo o no.
Los expertos recomiendan que los niños menores de 12 años de edad deben abstenerse de la ingesta de cafeína, debido a que son más sensibles que los niños mayores porque sus cerebros aún se están desarrollando.
Más probabilidad de efectos secundarios
1
El Dr. Mahmud Kara, médico de medicina funcional, explicó a Insider que los niños pequeños y los adolescentes tienen más probabilidades de experimentar efectos secundarios negativos de la cafeína.
Entre los que se puede señalar la ansiedad, el malestar estomacal, la presión arterial elevada y los trastornos del sueño.
«Los niños más pequeños son más sensibles que los niños mayores a la cafeína porque sus cerebros aún se están desarrollando rápidamente», dijo la Dra. Whitney Casares, Pediatra y fundadora de Modern Mommy Doc.
Mayor riesgo de ansiedad y depresión
2
Investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, rastrearon la ingesta de cafeína y los niveles autoinformados de estrés, ansiedad y depresión en 2,097 estudiantes de 11 a 17 años de edad.
Los resultados de esta investigación del año 2015, mostraron que el consumo de cafeína no pareció afectar el estrés percibido por los estudiantes.
Sin embargo, una mayor ingesta pareció aumentar el riesgo de ansiedad y depresión.
Pruebas cognitivas deficientes
3
Otro estudio de la Universidad Nacional de Singapur y la Universidad de Shanghái evaluó a 11,718 niños de 9 a 10 años de edad con una ingesta promedio de cafeína de 13 mg por día.
Concluyeron que los niños que consumían más cafeína tendían a obtener puntajes más bajos en una serie de pruebas cognitivas que incluían memoria episódica y de trabajo, flexibilidad cognitiva, comprensión de vocabulario y velocidad de procesamiento.
También te puede interesar: