COVID prolongado: cambios de humor pueden ser una secuela del virus
Un nuevo estudio de Electronic Health Records descubrió que dentro de los tres meses posteriores a la recuperación de las infecciones, es probable que los sobrevivientes experimenten un mayor riesgo de mal humor y depresión
Los cambios de humor pueden ser una secuela del virus del SARS-CoV-2, o una de las maneras en las que se presenta el COVID prolongado o long COVID.
Ya se han determinado algunas condiciones de salud que afectan a las personas después de la recuperación de las infecciones causadas por el virus tanto físico como mental. Sin embargo, el tema del humor es algo nuevo.
Un nuevo estudio de Electronic Health Records (EHR), y reseñado por News18, descubrió que dentro de los tres meses posteriores a la recuperación de las infecciones, es probable que los sobrevivientes experimenten un mayor riesgo de mal humor y depresión.
Los investigadores notaron varios cambios en el estado de ánimo, que conducen a los síntomas del COVID prolongado, entre los que se incluyen: enfado, tristeza, trastorno de frustración y ansiedad, entrar en pánico con demasiada frecuencia, preocuparse demasiado, desesperanza, baja autoestima y cansancio.
Los niveles de cambio de humor pueden ser diferentes para todos. Por lo general, desaparecen en algunos días, pero muchos también sienten el problema durante un par de semanas.
Cuando la sensación no mejoró incluso después de unas semanas, entonces puede ser un signo de depresión.
Por tanto, las personas pueden requerir la ayuda de un profesional de la salud mental, de familiares y amigos, en función de hacer frente al problema y tener el control de su estado emocional y mental.
Más de dos años después de que comenzara la pandemia por el COVID-19, la enfermedad se ha cobrado 1 millón de vidas solo en los Estados Unidos, mientras que muchos más sobrevivieron solo después de largas hospitalizaciones y periodos de rehabilitación.
Otros padecieron una infección por COVID-19 solo para encontrarse luchando con los síntomas semanas después. Estos pacientes con COVID prolongado, pueden sufrir una desconcertante variedad de dolencias, que incluyen problemas respiratorios, dolor de pecho, fatiga crónica, confusión mental y muchas más.
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