Ejercicios de fuerza funcionan igual de bien para perder peso como el cardio, dice estudio
Un metanálisis conjunto de la Universidad Edith Cowen en Australia y la Universidad de Caxias do Sul en Brasil halló que combinar el entrenamiento de resistencia con la aplicación de una dieta con déficit calórico es una estrategia efectiva para perder peso
Los ejercicios de fuerza o resistencia funcionan igual de bien para perder peso como el cardio, dice un estudio conjunto de la Universidad Edith Cowen en Australia y la Universidad de Caxias do Sul en Brasil.
El metanálisis, publicado en Obesity Reviews, examinó los datos de 4,184 participantes en total en 116 estudios publicados sobre ejercicio y pérdida de peso para averiguar si el entrenamiento de resistencia, como levantar pesas, podría ayudar a perder peso.
Encontraron que combinar el entrenamiento de resistencia con la aplicación de una dieta con déficit calórico es una estrategia efectiva para perder peso.
Pedro López, investigador principal y estudiante de doctorado en la Universidad Edith Cowen, dijo que con estos hallazgos se desmitifica la creencia de que para bajar de peso se requiere hacer ejercicio de tipo cardiovascular o entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés).
"Por lo general, cuando hablamos de obesidad, composición corporal o pérdida de peso, solo escuchamos sobre ejercicio aeróbico"
Sin embargo, más personas podrían beneficiarse para bajar de peso del ejercicio de fuerza si padecen obesidad o bien alguna lesión que le impida hacer cardio o HIIT.
Los investigadores destacaron que el ejercicio por sí solo no ayudará a perder peso sin acompañarlo de una nutrición adecuada. La idea de déficit calórico consiste en comer menos calorías en promedio de las que quemas con el ejercicio.
Las estrategias para reducir las calorías incluyen hacer un seguimiento de lo que come, reducir el tamaño de las porciones, agregar más alimentos de alto volumen como verduras o probar una dieta que lo ayude a comer menos por otros medios, como la dieta baja en carbohidratos o el ayuno intermitente.
Para esto puede ser útil acudir con un dietista o nutricionista que te oriente con los marcadores personalizados para tu propia salud. Ten presente que cada cuerpo es diferente y cualquier dieta que se venda como “universal” debería causar desconfianza.
Aunque, sí es cierto que hay ciertas pautas generales que se pueden aplicar para todos: más vegetales, menos carnes rojas, más pescado e incluir fuentes de grasa saludable como las nueces o el aguacate.
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