Cómo el estrés, la ansiedad y la depresión durante el embarazo pueden obstaculizar el desarrollo cognitivo de los niños pequeños
Un estudio del Children's National Hospital indagó sobre el vínculo entre el desarrollo cerebral fetal alterado en el útero y las consecuencias del desarrollo cognitivo a largo plazo para los fetos expuestos a altos niveles de estrés tóxico durante el embarazo
Estos niños pequeños pueden experimentar problemas socioemocionales persistentes y tener dificultades para establecer relaciones positivas con los demás, incluidas sus madres. Crédito: Shutterstock
El estrés, la ansiedad y la depresión durante el embarazo pueden obstaculizar el desarrollo cognitivo de los niños pequeños, determinó un estudio del Children’s National Hospital.
La investigación, publicada en JAMA Network Open, evaluó a una cohorte de 97 mujeres embarazadas y sus bebés para dar luces sobre el vínculo entre el desarrollo cerebral fetal alterado en el útero y las consecuencias del desarrollo cognitivo a largo plazo para los fetos expuestos a altos niveles de estrés tóxico durante el embarazo.
"Al identificar a las mujeres embarazadas con niveles elevados de angustia psicológica, los médicos podrían reconocer a los bebés que corren el riesgo de sufrir un deterioro del desarrollo neurológico más adelante y podrían beneficiarse de intervenciones tempranas y específicas”
Los investigadores indicaron que estos niños pequeños pueden experimentar problemas socioemocionales persistentes y tener dificultades para establecer relaciones positivas con los demás, incluidas sus madres.
Además, identificaron que la angustia psicológica persistente después del nacimiento del bebé puede influir en la interacción entre padres e hijos y en la autorregulación del bebé.
La razón estaría en que mientras estaban en el útero, hay cambios en la profundidad del surco y el volumen del hipocampo izquierdo del feto.
Una de cada cuatro mujeres embarazadas sufre síntomas relacionados con el estrés, la complicación más común del embarazo, independientemente de cuál sea su situación socioeconómica.
Todavía se desconoce la relación entre el desarrollo cerebral fetal alterado, la angustia psicológica materna prenatal y los resultados del desarrollo neurológico a largo plazo.
En el estudio cuantificaron el estrés, la ansiedad y la depresión materna prenatal con cuestionarios autoinformados validados. El volumen del cerebro fetal y el plegamiento cortical se midieron a partir de imágenes tridimensionales reconstruidas derivadas de resonancias magnéticas.
Asimismo, la creatina y la colina del cerebro fetal se midieron mediante espectroscopía de resonancia magnética de protones y el neurodesarrollo infantil de 18 meses se midió utilizando escalas y evaluaciones validadas.
Todas las participantes embarazadas estaban sanas, la mayoría tenía algún nivel de educación y tenía contrato de trabajo.
"Buscamos cambiar el paradigma de la atención de la salud y adoptar estos cambios de manera más amplia para apoyar mejor a las mamás"
Limperopoulos expuso que lo que está claro es que las intervenciones tempranas podrían ayudar a las madres a reducir su estrés, lo que puede tener un impacto positivo en sus síntomas y en el bebé mucho después del nacimiento.
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