Mi pareja me grita delante de mis hijos: cómo deberías actuar para que deje de hacerlo

Puede que ya lo hayas hablado , pero sigue sin hacerte caso

Mi pareja me grita, hijos, Estar mejor

Más allá de la relación con tu pareja está un tema de seguridad personal y familiar. Así que si en cualquier situación te sientes amenazado, puedes llamar a la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica puede brindarte asesoramiento gratuito. Crédito: Shutterstock

¿Cómo deberías actuar si tu pareja no deja de gritarte enfrente de tus hijos? Es una situación incómoda, que te quita autoridad y humillante. Te decimos qué hacer para que deje de hacerlo.

Puede que ya lo hayas hablado , pero sigue sin hacerte caso. Independientemente de si se trata de un hombre o una mujer, hay varias cosas que se deben considerar.

Lo primero es qué le lleva a tener un comportamiento verbalmente violento o a alzar la voz. Estar molesto no debería ser razón suficiente para ello.

Más allá de la relación con tu pareja está un tema de seguridad personal y familiar. Así que si en cualquier situación te sientes amenazado, puedes llamar a la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica puede brindarte asesoramiento gratuito y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana.

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Si la preocupación no es tu seguridad, lo mejor es no caer en la espiral de la agresividad. Es decir, no respondas con gritos. Con un tono calmado, sugiere que baje la voz y/o que posterguen la conversación para otro momento.

Si no lo hace lo mejor será llevar a los niños a su habitación o con alguien de confianza antes de volver para enfrentar la situación con tu pareja que no para de gritar.

Tal vez, puedes mencionar que te gustaría que él o ella fuesen a dar un paseo para liberar algo de estrés antes de hablar sobre el problema, mientras calmas a los niños o los llevas con alguien más.

La clave es no caer en la dinámica de quién grita más fuerte. Si hay un problema los esfuerzos deben estar en resolverlo, no en buscar culpables.

Es importante tener la conversación en una dirección que no invite a acusaciones innecesarias, vergüenza o culpa porque una vez que alguien se siente acusado, avergonzado o culpable, podría ponerse a la defensiva y no participar en absoluto en la conversación posterior.

Si se trata de un comportamiento que ya se ha repetido, manejado, acordado y sigue repitiéndose, es hora de buscar ayuda psicológica, terapia de pareja o individual.

Solo un profesional puede asesorar en este tipo de situaciones, dando espacio para que cada uno encauce sus emociones y sentimientos, además de herramientas para gestionarlos de manera eficiente.

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