Por qué los edulcorantes artificiales pueden predisponerte a padecer cáncer
Un estudio del Instituto Nacional de Investigación Médica y de Salud de Francia y la Universidad Sorbonne Paris Nord halló que el aspartamo y el acesulfamo estaban asociados a un mayor riesgo de cáncer de mama
Algunos edulcorantes artificiales pueden predisponerte a padecer cáncer, determinó un estudio del Instituto Nacional de Investigación Médica y de Salud de Francia y la Universidad Sorbonne Paris Nord.
La investigación, publicada en la revista PLOS Medicine, examinó datos de 102.865 adultos franceses que participaron en el estudio NutriNet-Santé, que comenzó en 2009 por el Equipo de Investigación de Epidemiología Nutricional (EREN).
Los participantes se inscribieron voluntariamente y autoinformaron su historial médico y datos sociodemográficos, dietéticos y de estilo de vida durante ocho años.
Los científicos segmentaron a los participantes por edad, sexo, educación, actividad física, tabaquismo, índice de masa corporal, altura, aumento de peso durante el seguimiento, diabetes, antecedentes familiares de cáncer, así como ingestas iniciales de alcohol, sodio y ácidos grasos saturados, fibra, azúcar, alimentos integrales y productos lácteos.
En comparación con los no consumidores, las personas que consumían edulcorantes tenían un mayor riesgo de cáncer en general.
Encontraron que el aspartamo y el acesulfamo estaban asociados con un mayor riesgo de cáncer y se observaron mayores riesgos de cáncer de mama y cánceres relacionados con la obesidad.
Su consumo podría producir una división y crecimiento descontrolado de las células.
Tanto el aspartamo como el acesulfamo cuentan en la actualidad con la aprobación de la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA).
Los investigadores dijeron que sus hallazgos ofrecen información importante y novedosa para la reevaluación en curso de los edulcorantes aditivos alimentarios por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y otras agencias de salud a nivel mundial.
Sin embargo, reconocen que sus hallazgos deben replicarse en otras cohortes a gran escala y que los mecanismos subyacentes se aclaren mediante estudios experimentales.
Las limitaciones del estudio contemplan un posible sesgo de selección, confusión residual y causalidad inversa, aunque se realizaron análisis de sensibilidad para abordar estas preocupaciones.
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