Cómo saber si mi hijo es víctima del bullying o acoso escolar: 7 señales de alerta

¡Es lógico! Tu hijo podría empezar a inventarse molestias estomacales, dolores de cabeza y cualquier otra excusa sobre su salud para no asistir a la escuela y no tener que enfrentar a su acosador.

El psicólogo español Bernardo Peña, experto en psicología jurídica y forense, afirma que la clave de esta señal no es obligarlo a ir ni llevarlo al médico para que pase vergüenza, lo correcto es invitarlo a que cuenta las verdaderas razones por las que siente rechazo hacia la escuela.

En esa conversación, la cual no se debe forzar es donde tu hijo podría confesar que está siendo víctima del bullying.

De acuerdo al doctor Peña, estos dos comportamientos evidencian que la personalidad de tu hijo se está viendo afectada, sobre todo si acostumbraba a ser extrovertido y más seguro de sí mismo.

No concluyas en que se trata de una etapa de su crecimiento o que está experimentando sentimientos de amor no correspondido, analiza qué le ocurre y por qué siente nervios cuando va a la escuela.

Los ataques de ira o la irritabilidad suelen ser habituales en la adolescencia, pero no te conformes con eso. La clave es que conozcas a tu hijo o hija y aprecies desde cuánto está cambiando su sentido del humor, su manera de pensar o decidir. El detonante de esta transformación puede ser el bullying.

¿Estás notando que pierde sus útiles? ¿Quizás sus libros, un zapato o la mochila? Quienes cometen bullying buscan cualquier forma de molestar a tu hijo y en ocasiones, para evitar la evidencia de la marca de un golpe, optan por robarle sus prendas de ropa o sus materiales escolares para intimidarlo.

El doctor Iñaki Piñuel, psicólogo experto en asuntos de bullying y profesor de la Universidad de Alcalá, en Madrid, explica que la mayoría de las veces el abuso que puede sufrir tu hijo o hija es psicológico, motivo por el que les roban sus materiales escolares o incluso su dinero.

Si notas que pide dinero en casa para llevarlo a la escuela y no da las razones por las que lo necesita, probablemente sea una «vacuna» que está decidiendo pagar para que no lo molesten o tal vez para evitar que lo golpeen.

En lugar de preguntarle para qué lo requiere, pregúntale luego en qué destino el dinero y presta mucha atención a sus gestos y respuesta.

Indistintamente del tipo de acosco escolar, si tu hijo o hija empieza a desvelarse, tener pesadillas, dolores de cabeza o falta de apetito, es momento de investigar qué es lo que sucede. Los problemas digestivos y para dormir en un niño o adolescente no son normales, tiene que haber motivos.

Sería muy lamentable que tu hijo deba perder el año escolar por sus malas calificaciones para darte cuenta que algo le está ocurriendo. Lo más común es pensar que está «enamorado» o se está juntando con compañeros de bajo rendimiento académico. Pero tu respuesta podría estar en el bullying.