Por qué NO debes irte a dormir enojado con tu pareja
La psicóloga Sabrina Romanoff, de Nueva York, ofrece hasta 4 razones por las que NO es conveniente que te vayas a dormir si tú y tu pareja están enojados, ya que solo podría dañar la relación amorosa
Cuando discutes con tu pareja es normal que se den la espalda en la cama, que dividan las sábanas y que un silencio de incertidumbre inunde la habitación. Pese a este escenario, la doctora Sabrina Romanoff, psicóloga clínica y profesora de la Universidad Yeshiva, en Nueva York, aconseja que NO te vayas a dormir mientras ese enojo continúe activo.
Probablemente no sientas deseo de dirigirle la palabra, sobre todo si la discusión fue reciente o de magnitud considerable. Sin embargo, es conveniente que desde la cama logren una tregua que solo puede pactarse a través de una conversación.
La doctora Sabrina Romanoff mencionó varios motivos por los que debes intentarlo, ya que darle cabida a la rabia durante tantas horas puede perjudicar la confianza y el vínculo afectivo como pareja.
Quizás no halles una solución final a lo sucedido (probablemente sí), pero al menos quedarán con la sensación de haberlo intentado, lo cual ya es reconfortable para que el enojo no siga creciendo. «Descansemos, mañana lo conversamos con más calma», es una frase deliciosa que le da un final digno a una noche complicada.
4 razones por las que NO debes irte a dormir enojado con tu pareja
La rabia es agotadora
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«Estar enojado o guardar rencor puede ser agotador», asegura la psicóloga Sabrina Romanoff, y esta sensación podría mantenerse activa durante toda noche si no se resuelven los motivos.
En este sentido, la doctora aconseja lograr el perdón y encontrar una solución para que puedas «preservar tu energía».
Asimismo, aconseja enfocar esa energía hacia la reconciliación con tu pareja y no hacia el enojo, que además es humanamente nocivo antes de dormir.
El enojo puede desarrollarse
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Llevar tu rabia a la cama, drenarla en silencio e incluso dejarla que reposa en tu subconsciente podría hacer que se desarrolle, de modo que en la mañana podrías despertar con mayor enojo, decepción y muy poca disposición para solventar el problema.
«Puede hacer que te obsesiones con la situación y convertirla en un problema mucho mayor, lo que hacer que te sientas peor y arrastre el problema al día siguiente», explica la psicóloga Sabrina Romanoff.
Corres el riesgo de dormir mal
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De acuerdo a la psicóloga Romanoff, la rabia y el sueño no son compatibles, por lo que podrías tener dificultad para conciliarlo, además de estar más propenso a sufrir pesadillas.
No olvides que al final el enojo no es una sensación que va a dañar a tu pareja, sino a ti mismo, robándote la paz y el sueño.
Puedes ganarte un reclamo extra
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El hecho de que no hayas tenido la iniciativa para resolver el problema, o al menos conversarlo, antes de irte a dormir puede generarte ese reclamo extra al día siguiente.
Tu pareja podría asegurar que no le diste importancia a sus sentimientos, ya que «solo» te enfocaste en dormir, más allá del problema que ocasionó la separación en la cama.
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