Bella Hadid confiesa que fue la primera en su familia en ir a terapia: 5 buenas razones para analizarte

La menor de las hermanas Hadid dijo que ir a terapia fue un gran paso adelante que mejoró la posibilidad de curación de toda su familia

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Hablar con la confianza y confidencialidad que te da un profesional de la salud mental los problemas que puedas experimentar en tu vida te ayuda a expresar e identificar tus pensamientos y sensaciones ocultas, lo cual es beneficioso para ti. Crédito: Getty Images

La supermodelo Bella Hadid confesó que fue  la primera en su familia en ir a terapia, una acción que motivó a sus familiares a seguir sus pasos.

La menor de las hermanas Hadid dijo que ir a terapia fue un gran paso adelante que mejoró la posibilidad de curación de toda su familia.


“Crecí en una familia muy árabe y europea en la que la terapia no se contemplaba. Ese fue un gran paso adelante, es realmente esclarecedor para mí ver cómo ese efecto dominó afectó a nuestra familia”

Bella Hadid

Decidir ir al psicólogo o terapeuta está rodeado de estigma: “tienes que estar loco” o “ser una persona débil”. Sin embargo, hacerlo requiere de mucho coraje y te puede convertir en una persona más fuerte emocionalmente.

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Además, puede darte herramientas para adaptarte mejor a las situaciones difíciles que pueden presentarse en la vida. Por eso te damos 5 buenas razones para ir a psicoterapia y analizarte:

1.- Te ayuda a sentirte mejor

Hablar con la confianza y confidencialidad que te da un profesional de la salud mental los problemas que puedas experimentar en tu vida te ayuda a expresar e identificar tus pensamientos y sensaciones ocultas, lo cual es beneficioso para ti.

Exponerle una situación de conflicto o de dolor que estás enfrentando a alguien ajeno a tu realidad te dará otras perspectiva, incluso sin que te digan una sola palabra.

En psicoterapia liberas tu carga emocional y te sientes aliviado.

2.- Otorga herramientas para manejar los conflictos

Todas las personas atravesamos momentos difíciles y conflictos que pueden ser internos o externos. No están mal en sí, de hecho nos hacen crecer, pero si no tienes las herramientas para enfrentarlos pueden ser realmente frustrantes.

Las sesiones de terapia te enseñan nuevas maneras, más adaptativas, de solucionar problemas.

La idea es que te afecten menos y seas capaz de relativizar la importancia de las situaciones tensas. De esta manera, tu forma de adaptarse a las circunstancias novedosas del día a día será mucho mejor.

Como resultado, tendrás menos dificultades en tus relaciones personales o incluso en el ámbito profesional.

3.- Cambias tus creencias limitantes

Reflexionar sobre las maneras, el pensamiento y las creencias que has crecido te ayuda a tener otra perspectiva de ti y de tu mundo. Con ellas das significado y coherencia a la realidad.

Algunas son desadaptativas o limitantes y es necesario corregirlas, pues éstas no son innatas, las adquieres a lo largo de tu vida. Por ello, tu psicólogo puede ayudarte a identificarlas, analizarlas, ponerlas a prueba y modificarlas.

4.- Es un entorno seguro para expresarte de manera honesta

Además del conocimiento y la profesionalidad que tiene por formación el terapeuta, el entorno de confianza que se crea entre ambos te va a permitir expresar los problemas y sentimientos que consideras más delicados (y que posiblemente no le contarías a nadie más).

No te va a juzgar y, además, tiene la capacitación necesaria para crear un buen entorno de confianza y empatía para que te expreses sin temor.

5.- Haces tuya tu historia

La terapia es el momento para conocerte a ti y tu historia. Se dice fácil, pero encontrarte es el centro de todo. Por eso es que no necesitas tener “problemas graves” para acudir a consulta, sino hacer de ello un hábito para ti y tu salud mental: Incluso cuando nada pasa, algo pasa.

Enfrentar el proceso de cuestionar aquello que creías saber de ti se vuelve una tarea  de autoconocimiento. Algo estimulante desde un punto de vista existencial, que te ayudará a detectar patrones de comportamiento problemáticos y determinadas emociones importantes, para saber gestionarlas y canalizarlas.

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