Trastorno afectivo estacional en invierno: la depresión por el clima frío y la falta de luz

Los síntomas del trastorno afectivo estacional se caracterizan por malestar, falta de concentración y un fuerte deseo de consumir carbohidratos

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El trastorno afectivo estacional por lo general, comienza a finales de otoño y principios del invierno. Suele desaparecer durante la primavera y el verano. Aunque, a algunas personas les sucede al revés, tienen episodios de depresión que comienzan en la primavera o el verano, aunque mucho menos común. Crédito: Pexels

El trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión que se relaciona con las estaciones, especialmente con el clima frío y la falta de luz.

Por lo general, comienza a finales de otoño y principios del invierno. Suele desaparecer durante la primavera y el verano. Aunque, a algunas personas les sucede al revés, tienen episodios de depresión que comienzan en la primavera o el verano, aunque mucho menos común. 

Los síntomas del trastorno afectivo estacional se caracterizan por malestar, falta de concentración y un fuerte deseo de consumir carbohidratos. Además, es común tener mucho sueño, pero es raro tener un sueño reparador.

Asimismo, la ralentización del organismo y la alta ingesta de carbohidratos pueden conllevar a un aumento de peso y debilitar el sistema inmunológico.

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La melatonina, una hormona del cuerpo que juega un papel importante en el sueño, se equilibra con la luz natural, pero al estar todo oscuro no se pueden regular generando insomnio en algunas personas y exceso de sueño en otras.

La hormona del estrés suprarrenal, el cortisol, a menudo se eleva, lo que contribuye aún más a la fatiga, la depresión y el insomnio; y por su parte, la serotonina, el precursor de la melatonina, también se reduce, lo que puede contribuir a la depresión y ansiedad.

El trastorno afectivo estacional es más común en las mujeres, los jóvenes y los que viven lejos del ecuador. También es más probable que lo sufran las personas que padecen depresión.

Su causa no está determinada, pero los expertos han determinado algunas maneras en las que se puede tratar este trastorno.

El doctor Dennis Godby, médico especializado en naturopatía, compartió con el California News Times algunas recomendaciones:


Luz o fototerapia

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Consiste en instalar un artefacto de iluminación de espectro completo que imita los efectos del sol para los momentos de estar en casa. 

Se sugiere que esta instalación se realice cerca de las ventanas, algunas personas prefieren ponerlas en el baño o la cocina para tomar la luz durante su rutina matutina e incluso con temporizadores.


Actividad física

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El ejercicio aumenta los niveles de endorfinas y serotonina. Además, ayudara a conciliar el sueño nocturno. Se recomienda que se realicen al aire libre con luz natural, al menos 60 minutos de ejercicio al día.


Suplementación de vitamina D

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La falta de vitamina D, que obtenemos del sol, está asociada con la depresión. El solo hecho de tomar D durante 3 semanas mejorará drásticamente su estado de ánimo.

Los niveles bioquímicos del cuerpo pueden estar afectados por el trastorno afectivo estacional, con esta suplementación se pueden contrarrestar los síntomas.

Además será importante mantener una dieta saludable que evite los carbohidratos y los picos de insulina; procurar hacer actividades que disfrute y buscar ayuda de un terapeuta si lo concederá necesario.

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