Infidelidad: 5 preguntas que debes responderte si sientes la tentación de engañar a tu pareja
Antes de dar cualquier movimiento en falso, hagamos un examen de consciencia y al menos formúlate algunas preguntas que son clave para que tu decisión domine la tentación
¿Sabes qué es difícil, complicado, frustante? que luego de ser infiel a tu pareja no puedas ni siquiera verle a los ojos por remordimiento, que no puedas dormir pensando en que has traicionado el acuerdo de amor. Para muchos la infidelidad es una vía de escape, un ‘break’, una tentación inevitable y una acción humana. Incluso hay encuestas donde algunas personas afirman que su relación mejoró luego de una engaño.
Pero ninguno de estos motivos te priva de la irresponsabilidad que implica tener una relación amorosa y sumarle un «amante». Así que antes de dar cualquier movimiento en falso, hagamos un examen de consciencia y al menos formúlate algunas preguntas que son clave para que tu decisión domine la tentación.
Hazte estas 5 preguntas antes de cometer una infidelidad
¿Qué siento por el posible amante?
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Es decir… ¿solo se trata de irte a la cama o despierta sentimientos en ti? Si tu respuesta es la primera opción, es lógico que un posible orgasmo no puede estar por encima de tu noviazgo o matrimonio. En este caso deberías centrarte en cuáles son los inconvenientes íntimos que tienes con tu pareja, lo que podría estarte arrastrando a considerar una infidelidad, que ojo, no significa que has dejado de amarle.
Si realmente ese «amante» despierta sentimientos en ti, entonces hay una segunda pregunta que debes formularte: ¿esa persona siente lo mismo por mí?
Involucrarte en un triángulo amoroso nunca es sano, y cuidado con aquel escenario donde afirmas que estás enamorada o enamorado de dos personas a la vez. Si deseas mantener tu relación, huye de ese amante y no permitas que te lleve a un extremo donde ya no hay marcha atrás.
¿Soy consciente de que mi relación puede acabarse?
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Es la pregunta más responsable que debes hacerte, porque no es lógico que la infidelidad se vea con normalidad o inconsciencia. Esto incluye el riesgo, las posibilidades de que puedan descubrirte e incluso de que tú lo confieses por no soportar el remordimiento de haber engañado a tu ser amado.
¿Vale la pena la otra persona?
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Esta pregunta está conectada con ese «¿siente lo mismo por mí?», porque a partir de allí es que puedes obtener conclusiones sobre qué es lo que deseas o necesitas en tu vida.
Si consideras que esa persona vale la pena, ya sea porque tiene un atractivo físico de ensueño o porque te ofrece sensaciones y sutilezas que no encuentras en tu relación, entonces es momento de que tomes distancia y aclares qué es lo quieres para tu vida. Si bien no es justo estar con alguien que ya no despierta emociones en ti, tampoco significa que recurras al engaño en lugar de la sinceridad.
¿Debería hablar con mi pareja lo que me está pasando?
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Esto es clave y muy válido. No significa que vayas a comentarle que estás sintiendo deseo por otra persona o que estás en tentación de una infidelidad. Esta conversación se basa en que puedas descubrir, con la propia ayuda de tu pareja, qué es lo que está fallando en la relación y lo que podría incitarte a buscar «amor» y sexualidad en alguien más.
Es un tema delicado, una comunicación riesgosa, pero vital. Porque si bien pueden entrar en una crisis, estas no suponen el fin de una relación, sino saber dónde o cómo estamos, lo que en caso contrario podría enrumbar la relación.
¿Yo toleraría una in fidelidad?
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Aunque no es la pregunta más importante, curiosamente es la que nadie se hace. La mayoría de las personas que cometen una infidelidad se oponen totalmente al hecho de que también sean engañadas. Es por ello que algunas parejas traicionadas optan por la venganza, algo que muchos psicólogos no lo recomiendan.
«No hagas lo que no te gusta que te hagan», es una frase y una advertencia que seguramente nos aplican desde niños, así que vamos, ponla en acción.