Cómo medir el ajuste y protección de tu mascarilla en una prueba casera recomendada por expertos

Los autores de la investigación indicaron que la prueba se basa en verificar el ajuste y protección de la mascarilla por medio del gusto y el olfato, y no a través de la vista o el tacto

medir el ajuste de la mascarilla

El ajuste en el rostro podría ser más importante que el tipo de mascarilla cuando se trata de prevenir el virus. Foto: Freepik

Recientemente se aclaró si usar dos mascarillas podría duplicar la protección contra el COVID-19, ya que el buen ajuste en el rostro es vital para filtrar correctamente las partículas del virus. Por tal motivo, algunos investigadores están recomendando una prueba que puedes hacer desde tu propia casa, la cual mide la protección de tu tapabocas y si realmente se acomoda en la cara.

Desde la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, surgió el estudio donde se determinó que las personas no son muy buenas para evaluar si su mascarilla se está adaptando perfectamente al rostro. Esto les lleva a exponerse a un riesgo de contagio, aun creyendo que sí están protegidos.

Los científicos también se refirieron a los tipos de mascarillas, ya que distintas investigaciones han confirmado que las N95 o KN95 ofrecen mayor protección que un cubrebocas quirúrigico o de tela casera. Sin embargo, encontraron que si las más calificadas no encajan bien en el rostro, no van a proporcionar una mejor protección que las otras.

Cómo autoevaluar el ajuste y protección de la mascarilla

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Para poder realizar la prueba basta con tener en casa un nebulizador o en su defecto un difusor de aroma. La idea se basa en verificar el ajuste de la mascarilla en el rostro por medio del gusto y el olfato, y no través de la vista frente al espejo o el tacto con las manos al colocarla.

Con el nebulizador o difusor de aroma se necesita liberar en el aire una sustancia con cierto sabor, preferiblemente en un entorno cerrado para que esta no escape. Si al hacerlo el usuario puede percibir el aroma, indica que la mascarilla no está correctamente acomodada.

Según explican los investigadores, el difusor de aroma puede utilizarse para aerolizar la sacarina disuelta en agua, lo que ya nos brinda la sustancia en un espacio cerrado. Una vez que perciba el olor, seguidamente la persona debe enfundarse la mascarilla y comprobar que ya no puede apreciarlo más.

Cuando dé resultado y que efectivamente la mascarilla le mantiene protegido, podría probar moviendo el difusor, de modo que el vapor sea más directo y se pasee por todos los bordes del tapabocas.

Cabe destacar que los movimientos faciales, un estornudo o la necesidad de hablar son circunstancias que pueden desajustar una mascarilla. Y la idea de cambiar el sentido del aire que produce el difusor de aroma es para tomar en cuenta la acción del viento.

Los científicos aclararon que pese a que el método demostró ser efectivo, el estudio sigue siendo propio de la Universidad de Cambridge, es decir, hasta el momento no está aprobado ni certificado por los reguladores oficiales.

Recientemente en Estados Unidos, Los Centros de Control para la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron una nueva guía de recomendaciones para las personas totalmente vacunadas contra COVID-19. Estas medidas se enfocan en lo que está permitido luego de haber cumplido con el proceso de vacunación y qué normas deben seguir acatando.


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