Mis hijos pelean todo el tiempo: ¿Qué puedo hacer?
Para lograr que tus hijos convivan en paz, y no significa que no discutan, sino que puedan perdonarse y superarlo, hay algunos tips que puedes aplicar
Típico entre hermanos… las discusiones. Tus hijos se hacen bromas, comentarios chistosos y se reclaman durante los juegos, por lo que es común que se alteren los ánimos. También ocurre cuando deben compartir sus pertenencias, como juguetes, consolas de videojuegos, teléfonos o quizás algunos dulces. Todo esto se mantiene en la línea de lo que es normal, pero si sucede constantemente, al punto de que no pueden estar juntos ni cinco minutos, debes abordar el problema de inmediato.
Básicamente todo parte de la acción de compartir, un hábito en el que debes educar a tus hijos siempre. Pero hay otros factores que influyen en que peleen todo el tiempo, por ejemplo, cuando se invaden sus espacios, notan que tienes alguna preferencia entre ellos o quizás cuando te ven discutiendo con tu pareja en un tenso ambiente.
El peor de los casos es que en medio de un desacuerdo se hayan arrojado un golpe, lo que va a creando resentimientos y distancia.
Para lograr que tus hijos convivan en paz, y no significa que no discutan, sino que puedan perdonarse y superarlo, hay algunos tips que puedes aplicar desde tu rol como madre. Lo ideal es que aprendan a tolerarse y disfrutar de la infancia como hermanos, una etapa que para los niños es maravillosa.
Qué hace para que mis hijos no peleen todo el tiempo
Enséñalos a dialogar
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Busca educar a tus hijos de manera que utilicen un lenguaje adecuado para expresar lo que sienten. Los niños que se van a las manos o lanzan objetos cuando están peleando no han sido corregidos por sus padres.
La manera correcta de exteriorizar debe ser dialogando, defendiendo sus argumentos y la razón por la que están enojados uno con el otro. Quizás debas explicárselos una y otra vez si es necesario, hasta que lo aprendan.
Si se sienten enojados por algo que hizo su hermano, deben conversarlo sin gritos, sino de forma tranquila y en búsqueda de una solución en la que ambos podrían salir beneficiados.
Dale su espacio personal a cada uno
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Los hermanos necesitan tener su propio espacio. Está bien enseñarlos a compartir, pero la privacidad de cada uno es importante. También debes saber que mientras más intervengas entre ellos más frecuentes podrían ser las peleas.
Aunque es tu responsabilidad supervisarlos siempre y que bajo ningún motivo se hagan daño, es importante que los sueltes un poco para que resuelvan sus propias diferencias.
Cuida que no se lastimen
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¡Vital! La violencia es un hecho que debe prohibirse e impedirse entre hermanos, porque una vez que suceda podría convertirse en una costumbre en los conflictos. Lo mismo ocurre con las burlas de mal gusto o insultos.
Es necesario que pongas límites cuando la situación se torna más complicada. También deben aprender que de esa forma nunca se resuelven los problemas.
No demuestres preferencia
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El favoritismo por un hijo en específico es un grave error que debes evitar, ya que puede crear tristezas y envidias. No permitas que ninguno sienta que tu atención es mayor hacia el otro, sino que todos son tratados y queridos de la misma forma.
Debes prestarle atención a cada uno por igual, y pasar tiempo de calidad con todos. Esto evitará muchas peleas.
Si alguno de ellos es más pequeño o padece alguna condición por la que requiere mayores atenciónes, entonces debes abocarte a que a tu hijo mayor entienda por qué su hermano necesita que le dedican más tiempo. Incluso invítalo a que apoye o participe en los cuidados.
Enséñales con tu ejemplo
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Los niños son expertos en aprender de sus padres, no solo de los consejos, sino de lo que ven día a día. Si notan que afrontas una discusión con tu esposo de forma calmada, sabrán que ese modo es el correcto y lo imitarán.
Por el contrario, si observan que gritas fácilmente adoptarán la conducta e incluso te preguntarán por qué los regañas si tú lo haces.