Levantar pesas reduciría las arrugas, según científicos japoneses
Científicos del ejercicio en la Universidad Ritsumeikan en Kioto, Japón, encontró que hacer entrenamiento de resistencia dos veces por semana hizo que su piel fuera más joven a nivel celular
Los autores midieron la elasticidad de la piel de las mujeres, el grosor dérmico y el tono de la piel antes de su primer entrenamiento y una semana después del último. Crédito: Pexels
Si te preocupan las arrugas, a lo mejor incorporar ejercicios de pesas puede ser oportuno para reducirlas. Probablemente estés desconcertado leyendo esto, porque ¿qué tendrían que ver la gimnasia con la magnesia? Pero un pequeño estudio de científicos del ejercicio en la Universidad Ritsumeikan en Kioto, Japón, arrojó esta conclusión.
La investigación, basada en mujeres de mediana edad y publicada en Scientific Reports, encontró que hacer entrenamiento de resistencia dos veces por semana hizo que su piel fuera más joven a nivel celular.
Los entrenamientos de resistencia comprenden todos aquellos ejercicios que impliquen levantar, empujar o tirar.
«Teóricamente, estos cambios pueden reducir las arrugas, mejorar la apariencia y ayudar a las personas a verse más jóvenes», dijo el investigador y coautor Satoshi Fujita.
La muestra se comprendió que 56 mujeres sedentarias entre 41 y 59 años, quienes realizaron dos entrenamientos de 30 minutos a la semana durante un período de 16 semanas. 27 recibieron ejercicios aeróbicos, mientras que los otros 34 recibieron ejercicios de resistencia. Cada sesión fue supervisada por un entrenador certificado.
El primer grupo pedaleó en una bicicleta electrónica, mientras que el segundo grupo hizo series en máquinas de curl de piernas, extensión de piernas, curl de brazos, remo, press de hombros y press de pecho.
La intención era comparar los resultados con los ejercicios de pesas respecto a resultados anteriores que sugirieron que la actividad física aeróbica tenía propiedades antienvejecimiento.
Los autores midieron la elasticidad de la piel de las mujeres, el grosor dérmico y el tono de la piel antes de su primer entrenamiento y una semana después del último.
Asimismo, tomaron muestras de sangre antes y después para que los investigadores pudieran evaluar cualquier cambio en la composición de la sangre después de las 16 semanas.
Las dos formas de actividad física resultaron beneficiosas para la piel. Tenían mayor elasticidad, es decir, que la piel estaba más tensa y se recuperaba mejor tras el estiramiento, los genes involucrados en la producción de colágeno se volvieron más activos y la estructura dérmica superior de su piel también era más densa.
No obstante, los científicos notaron que aquellas que hicieron entrenamientos de resistencia experimentaron el beneficio adicional de una capa dérmica más gruesa, una característica asociada con una piel más joven.
El estudio tiene limitaciones como que se trató de un grupo pequeño de mujeres, a corto plazo y de una nacionalidad específica, por lo que no se puede afirmar que se repita en todas las mujeres.
Por tanto, las investigaciones deben continuar sobre el tema, pero algo de ejercicio le sienta bien a todos, así que anímate.
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