Dibujos animados antiguos que hoy serían inapropiados para tus hijos

Es el nombre comercial que durante décadas le han dado a los dibujos animados más disparatados de la televisión: Bugs Bunny, el pato Lucas, Willie el Coyote, Silvestre, Piolín y compañía.

Sin embargo, durante la creación y evolución de estos divertidísimos personajes, que dieron la vuelta definitiva en el mundo al jugar baloncesto con Michael Jordan, hubo algunos que luego fueron apartados por promover mensajes ofensivos.

Dos de los más mencionados en esa polémica son Speedy Gonzales y Pepé Le Pew.

El primero es un ratón de origen mexicano superveloz y que, pese a sus características de roedor, mantiene la cultura visual en su vestimenta, color de piel y dialecto. Sin embargo, a finales de los 90 fue apartado de la televisión.

Y el segundo, el zorrillo francés, fue acusado en su guión y costumbres por promover el acoso sexual. Recordemos que en cada episodio, una gata del mismo color se pintaba accidentalmente una raya blanca en la espalda.

Luego, Pepé Le Pew se enamoraba y la perseguía por todos lados para abrazarla y besarla. Si bien al principio lucía como un romántico empedernido, luego se dijo que era irrespetuoso, acosador y tóxico.

Esta familia del futuro representaba una contraparte de Los Picapiedras. Aunque la trama era interesante, graciosa y blanca, sin contar los autos voladores que sorprendieron a todos los niños y adultos, un curioso detalle le mantiene ahora en una clara polémica.

Desafortunadamente, dentro de Los Supersónicos y todo el mundo que les rodea no existe una sola persona de color, lo que se calificó como racismo.

Hasta la actualidad, estos dos personajes podrían ser de los más divertidos entre los dibujos animados. Sus ocurrencias, variedad de historias y la inclusión de otros amigos secundarios que influyen en cada episodio, convierten a Tom & Jerry en mundo exclusivo para los niños.

Pero al igual que en Los Supersónicos hubo detalles que ahora son cuestionados por la sociedad. La más «escandalosa» es la dueña de Tom (Mammy Two Shoes), que si bien solo mostraban sus piernas, era suficiente para evidenciar que es una sirvienta de color.

También se llegó a mencionar que había «maltrato animal», especialmente cuando Tom era brutalmente golpeado por humanos.

Desde su desarrollo en 1960, no era un secreto que Los Picapiedras estaba lleno de «machismo», sobre todo cuando Pedro entrara a casa con su popular: «Vilmaaaa ya llegueeeé», haciendo que su esposa corriera a servirle comida y comodidades.

Sin embargo, esto no parecía molestar a los televidentes, al menos no a la mayoría, hasta que un episodio causó más polémica que el resto.

Si bien Pedro era cariñoso con su esposa, trabajador y buen padre (en los pocos momentos que lo muestran), hubo un capítulo donde Vilma tiene la oportunidad de ser una estrella de la televisión, pero Pedro le sabotea para que continúe siendo su ama de casa.

A partir de allí, los mensajes de sexismo y misoginia parecían apoderarse del dibujo animado. Sin embargo, en muchos otros episodios se aprecia el carácter y dominio propio de Vilma, sobre todo cuando se juntaba con su vecina Betty.

Las aventuras de Mister Magoo no hacían daño a nadie desde 1960, cuando empezó a transmitirse. Incluso, en los 90 fue protagonizado por el actor Leslie Nielson para una película real, así como en 2011, en una variación de maestro de kung fu.

No obstante, algunas audiencias modernas, incluidos los miembros de la Federación Nacional de Ciegos, señalaron que el personaje convertía la discapacidad visual en una mordaza.

Recuerda que Mister Magoo, si bien no era ciego, tenía escasa visión, pero él juraba perfectamente dónde estaba y qué hacía, lo que inyectaba la trama graciosa.