4 tips para mejorar tu placer y tus orgasmos
Aduéñate de tu intimidad
Se ha dicho muchas veces y se dice bien: el cerebro es el verdadero órgano sexual del cuerpo humano, así que la conexión de tus pensamientos con tu intimidad es fundamental para internarte en tu energía sexual.
Durante siglos, el disfrute femenino entre las sábanas fue percibido como algo negativo y hasta pecaminoso:, hoy, gracias a muchos años de cambios sociales, sabemos que las mujeres somos libres de explorar nuestros cuerpos y acceder a nuestra energía sexual de muy variadas maneras.
Si quieres mejorar tu placer y tus orgasmos, estos tips te ayudarán a encontrar un camino para descubrir o redescubrir tu sexualidad.
Pienso, luego disfruto
En primera instancia, revisa cuáles son tus creencias y tus pensamientos en torno a la sexualidad. Si piensas que se trata de un aspecto inmoral o “impuro” del ser humano, esa idea te perseguirá en la intimidad. Si, por el contrario, entiendes que se trata de una parte de la naturaleza humana, será más fácil explorar caminos.
Entre las sábanas, las creencias son fundamentales para permitirnos ir un poco más allá. Será muy útil abrir poco a poco tu mente para entender que la energía sexual tiene muchas manifestaciones y nos ofrece muchas formas de exploración. Si lo requieres, consultar a un terapeuta especializado en la sexualidad humana puede ayudarte.
Conócete
Difícilmente sabrás lo que te gusta y lo que no si no estás dispuesta a conocer tu cuerpo y a experimentar. Y el camino más fácil para ello es la autoexploración: saber cuáles son tus zonas erógenas, las que te causan traviesos cosquilleos o el tipo de caricias que se sienten placenteras es muy importante para alcanzar el clímax sola o acompañada.
Una investigación reciente reveló que un tercio de las mujeres en EEUU rara vez tienen orgasmos durante sus relaciones y una de las razones es que no conocen su anatomía. Así que no temas conocer a ese aliado que es tu cuerpo.
Comunícate
Si estás en pareja y quieres compartir el placer con la otra persona, es necesario que lo hablen. Conversar con tu pareja sobre lo que ambos disfrutan o no en la intimidad es una gran manera de entenderse mejor y satisfacerse mutuamente. Quizá al principio sea difícil iniciar la conversación, pero dar un primer y sutil paso abrirá la puerta para los siguientes.
Prueba
Todo en la vida se trata de prueba y error, y la cama no es la excepción. Intentar nuevas posiciones, nuevos lugares, nuevas maneras de tener intimidad es una manera de conocerse mejor y de contactar con la sexualidad. Pero no olvides que, en este punto, algo fundamental es conocer tus límites: qué sí estarías dispuesta a experimentar y qué no. Recuerda que nadie puede ni debe obligarte a hacer algo que no quieras, dentro y fuera de las sábanas.