Tener amigos y hablar con gente a diario podría estimular el sistema inmunológico

Alice Hamilton, investigadora de la Universidad Queen Mary de Londres, expuso que el estudio en ratones sugiere que hay una respuesta inmunológica y fisiológica específica que se activa cuando se administran interacciones sociales

El aislamiento social puede cambiar la forma en que funciona nuestro sistema inmunológico y que el sistema inmunológico refleja nuestro estilo de vida y lo que estamos experimentando.

El aislamiento social puede cambiar la forma en que funciona nuestro sistema inmunológico y que el sistema inmunológico refleja nuestro estilo de vida y lo que estamos experimentando. Crédito: Shutterstock

Tener amigos y hablar con gente a diario podría estimular el sistema inmunológico. Así lo sugiere un estudio en ratones realizado por la Universidad Queen Mary de Londres.

Los científicos notaron que los ratones alojados socialmente tienen sistemas inmunológicos más saludables que aquellos que están socialmente aislados.

Estos últimos resultaron más susceptibles a problemas a largo plazo debido a un sistema inmunológico alterado que proviene de vivir solos.

Por tanto, sugieren que el aislamiento social puede cambiar la forma en que funciona nuestro sistema inmunológico y que el sistema inmunológico refleja el propio estilo de vida y lo que se está experimentando.

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La investigación, publicada en Brain, Behaviour, and Immunity y financiado por la Fundación Británica del Corazón, halló que los ratones que vivían solos tenían una temperatura corporal más fría que los que vivían con otros ratones, ya que los que vivían con otros podían acurrucarse para mantener la temperatura corporal «ideal».

Estar socialmente aislado y, por lo tanto, más frío, significó que su sistema inmunológico cambió para estar más «alerta» y listo para combatir infecciones. Además, ese estado de guardia permanente desencadenó problemas a largo plazo con enfermedades crónicas e inflamatorias como el Alzheimer.

Las pruebas mostraron que, como se esperaba, estos ratones pudieron eliminar las infecciones bacterianas más rápido.

Alice Hamilton, investigadora de la Universidad Queen Mary de Londres y autora principal del estudio, expuso que este experimento es otro ejemplo que refuerza la creencia de las condiciones de vida pueden tener una fuerte influencia en la inmunidad y potencialmente en la salud a largo plazo.


"Vivir solo es un problema social que ciertamente se ha exacerbado durante la pandemia, y tiene un impacto negativo en nuestra salud de varias maneras que apenas estamos comenzando a entender”

Alice Hamilton

Investigadora de la Universidad Queen Mary de Londres y autora principal del estudio

Hamilton explicó que el siguiente paso sería probar nuestra teoría de que los humanos podrían ser como animales en el sentido de que hay una respuesta inmunológica y fisiológica específica que se activa cuando se administran interacciones sociales y un sentido de pertenencia como tratamiento.

Fulvio D’Acquisto, profesor honorario de inmunofarmacología en la Universidad Queen Mary de Londres y profesor de inmunología en la Universidad de Roehampton, dijo que prescribir interacciones sociales, tiene el potencial de ser beneficioso no solo para el bienestar mental sino también para el bienestar inmunológico.

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