Cómo preparar el espacio de tu casa para que tu mascota no sufra la llegada de un bebé
Mantenerlos bajo el mismo techo es realmente posible y acá te explicamos cómo lograrlo
Cuando tenemos una mascota en la familia y estamos planeando tener un bebé, siempre nos preguntamos cuál será su reacción ante la llegada del nuevo integrante.
Pensamos si lo aceptará, si intentará agredirlo o si el escenario nos obliga a regalar el animalito.
La realidad es que no es una situación por la que debes preocuparte, pero sí necesitas accionar una serie de estrategias en el hogar para que tu mascota no sufra la llegada de un bebé.
De antemano te contamos que es mucho más complicado educar a un pequeño en el trato hacia un perro o gato, ya que suelen aplastarlos, apretarlos y hasta tirarlos, pensando que se trata de un peluche.
Mantenerlos a ambos bajo el mismo techo es realmente posible y te ofrecemos 3 consejos que debes aplicar para que tu casa esté preparada.
No alteres abruptamente el modo de vida de tu mascota
1
Nuestros amigos peludos adoptan una manera muy propia de vivir. Dependiendo de su edad suelen saltar, correr y usar sus dientes para jugar.
Lo ideal es que moldees parte de su comportamiento sin reprimirlo. El objetivo es que se vuelva una mascota más precavida y responsable.
Por ejemplo enséñale dónde puede saltar y dónde no debe. También instrúyelo a correr únicamente en espacios abiertos como el jardín y a no aplicar fuerza cuando utilice sus dientes para jugar.
Trata de ofrecerle el mismo tiempo que antes
2
La llegada de un bebé demanda tiempo, más del que te puedas imaginar, pero es tu responsabilidad que la mascota no se sienta abandonada.
Sácale a pasar como siempre, para que haga sus necesidades, sírvele su comida en los mismos horarios y dedica al menos 10 minutos para acariciarlo e interactuar con él.
Manteniendo estas atenciones evitarás que se sienta apartado y pueda adoptar una conducta celosa o agresiva.
Respeta su "territorio"
3
Esta recomendación va más dirigida hacia los gatos, que son mucho más territoriales. Los felinos se adaptan a su espacio para comer, dormir y hacer vida, por lo que alterarlo les provoca sufrimiento.
El gato es más independiente y solitario que un perro, por lo que no requiere una interacción constante con el bebé. Solo necesita saber que está allí y que forma parte de la familia.
Una idea maravillosa, por si te ves obligado a invadir su espacio, es diseñarle uno nuevo. En esta zona puedes dejar la comida, la caja de arena para sus necesidades y algunas atracciones para que se mantenga entretenido.
En cualquier local de mascotas consigues un sinfín de juguetes y objetos con los que van a sentirse en su hábitat natural.
Una vez lo logres, el felino estará satisfecho y no sentirá rechazo ante la llegada de un bebé.
Tip adicional:
Existen múltiples investigaciones donde se afirma que los bebés que crecen junto a una mascota sufren menos infecciones y requieren un menor uso de antibióticos.
Esto se debe a que “los animales fortalecen el sistema inmunológico”, reseña el portal Natalben, favoreciendo también su desarrollo cognitivo, físico y emocional.
El estudio asegura que cuando el bebé crece con una mascota se acelera su desarrollo psicomotor, gracias a los juegos y movimientos. Incluso el animal llega a adoptar un papel protector hacia tu pequeño, convirtiéndose en un “guardaespaldas”.