¿Debo seguir en una relación, solo por mi hijo?

Una psicóloga familiar y comunitaria señala que, por sensación de culpa, las parejas prolongan una relación gastada en favor de sus hijos

A medida que van creciendo, los niños intuyen y detectan que algo no anda bien con papá y mamá.

A medida que van creciendo, los niños intuyen y detectan que algo no anda bien con papá y mamá. Crédito: Shutterstock

Si quieres una respuesta inmediata, concreta y directa, esta es: ¡NO! Aunque son muchísimas las parejas que se mantienen en su relación, solo por darle una «estabilidad» a los hijos, esta decisión es una bomba de tiempo. Además, cuando prolongas una relación que está desgastada, e irremediablemente rota, por los motivos que sean, los hijos corren peligro.

Tanto mujeres como hombres suelen expresar y preguntarse: No soy feliz con mi pareja, pero tenemos un hijo: qué debo hacer. Sin embargo, la mejor forma de brindarle estabilidad y recursos a tus hijos es encontrando tu propia estabilidad, tanto económica, como mental y emocional.

La doctora María Elena López, especializada en psicología familiar y comunitaria, expone que los motivos más frecuentes por los que toman esta decisión (seguir en una relación por los hijos), además de haber matado el amor, “es la sensación de culpa, fracaso e incompetencia en su labor como padres”.

“Evitan separarse por condiciones económicas o por no causar daños con la separación, el traslado a una nueva casa y los procesos legales”, analiza la experta. Pero al final solo estás prolongando una relación gastada y tus hijos podrían sufrir más.

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Los hijos notan cuando sus padres no se llevan bien, incluso a temprana edad

Hay que ser un actor o actriz de primera categoría para fingir frente a tus hijos todos los días, tantas veces, que tienes una relación «sana» con el padre o la madre. Sin embargo, es como una torre de cartas que al final caerá.

Además, a medida que van creciendo, los niños intuyen y se dan cuenta de que algo no anda bien. ¿Mamá, por qué estás llorando? ¿Papá, por qué mamá y tú duermen separados? ¿Mamá, dónde está papá? Estas preguntas forman parte de las sospechas de una realidad que van detectando.

Ningún experto en relaciones y asuntos de familia va a recomendarte que te mantengas en una relación, sufriendo y sin futuro, solo para que tus hijos gocen de una sensación de estabilidad.

En estos casos, es preferible que tú y tu pareja coincidan en cómo informarle al niño o niña. No solo se debe comunicar una posible separación, sino aclarar que no es su culpa, que siempre va a contar con ambos, estén juntos o no, y que le aman incondicionalmente.

Jamás le digas a un niño que «todo será igual», porque es una cruel mentira. Muchas cosas van a cambiar, es posible incluso que todo cambie, pero que van a trabajar por su tranquilidad y felicidad.

Finalmente, es conveniente que tu hijo acuda a terapia psicológica para afrontar esta situación de la mejor manera. Quizás tú puedas acompañarle, ambos, o dejarle solo en algunas sesiones. El psicólogo infantil se encargará de determinar los pasos a seguir.

Y recuerda, siempre: tú también tienes derecho a ser feliz.


La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.

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