Qué le pasa a tu cuerpo cuando aguantas las ganas de orinar
Si bien no le pasará nada malo a tu cuerpo por aguantar la ganas de orinar, en ocasiones puntuales, cuando ocurre constantemente, te expones a varios riesgos
Si estás en apuros y necesitas ir al baño, es vital que lo resuelvas en el menor tiempo posible. Crédito: Shutterstock
Aguantarse las ganas de orinar es una de las situaciones humanas más comunes a las que debes someter tu cuerpo, especialmente cuando no tienes la oportunidad inmediata de acudir al baño. Incluso, retener y controlar el flujo de la orina es uno de los «dones» que recibe nuestro esfínter para evitar vergonzosos accidentes.
Si bien no le sucederá nada malo a tu cuerpo por aguantar la ganas de orinar, en alguna ocasión puntual, según expertos, cuando ocurre constantemente, comienzas a exponerte a varios riesgos y consecuencias, principalmente porque tu vejiga comienza a debilitarse.
De hecho, durante el embarazo es recomendable que nunca aguantes las ganas de ir al baño.
Si estás en apuros y necesitas ir al baño, es vital que lo resuelvas en el menor tiempo posible. Hay quienes optan por orinar en arena o en el propio asfalto, lo que podría ser útil si estás desesperado.
Sin embargo, lo mejor es tomar precauciones para llegar al baño, porque recuerda que en algunas ciudades hay leyes y posibles multas a las que también te arriesgas.
Qué sucede a tu cuerpo cuando aguantas las ganas de orinar con frecuencia
El doctor Miguel Franco, nefrólogo pediatra que ejerce su profesión desde Paraguay, para el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, advierte que aguantarse excesivamente las ganas de orinar puede promover la formación de cálculos renales.
Por su parte, la doctora Laura Salazar, experta en medicina y sexología, reitera que ocasionalmente no causará daños, pero recomienda evitar este mal hábito para tener unas vías urinarias saludables.
Estas son las afecciones más comunes por aguantarse las ganas:
- Incontinencia urinaria. Esto provoca que orines a chorros cortos, que probablemente no puedas controlar.
- Dificultad para vaciar la vejiga, lo que te incita a orinar constantemente, en pocas cantidades. Esta reacción adversa indica que tendrás ganas de ir al baño con frecuencia.
- Infecciones urinarias. Al contener los residuos que se expulsan por la orina, te expones al riesgo de contraer este tipo de infecciones.
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