Cocinar o jugar juntos te hará recuperar el vínculo con tu hijo

El vínculo que se fomenta entre madre e hijo durará toda la vida

evitar al ser mamá o papá

Los padres que abusan emocionalmente de sus hijos pueden usar el aislamiento como una herramienta para que no se relacionen con amigos, familia o autoridades. Crédito: Pexels

El vínculo con tu hijo es la forma en que se comunican, entienden y fortalecen el lazo biológico, y en muchas ocasiones el tiempo fuera de casa, hace que cada vez sean menos las actividades compartidas.

En este sentido, los padres y madres debemos cuidar los espacios de actividades para compartir junto a los niños, a fin de formentar vínculos seguros que le permitan desarrollarse en la edad más adulta.

Tipos de apego

Apego seguro

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Los niños con apego seguro manifiestan comportamientos activos, interactúan de manera confiada con el entorno y hay una sintonía emocional entre el niño y la figura vincular de apego: padre o madre.

Este tipo de apego está caracterizado por la incondicionalidad: el niño sabe que su cuidador no va a fallarle. 

Se siente querido, aceptado y valorado, en este tipo de apego la responsabilidad es del cuidador ya que es quién le da la seguridad al niño.

Apego ambivalente

Los niños con apego ambivalente expresan emociones o sentimientos contrapuestos, lo cual, frecuentemente genera angustia.  

En este caso el niño no confía en sus cuidadores y tiene una sensación constante de inseguridad, de que a veces sus cuidadores están y otras veces no están.

Lamentablemente, las emociones más frecuentes en este tipo de apego, son el miedo y la angustia exacerbada ante las separaciones, así como una dificultad para calmarse cuando el cuidador vuelve.

Apego evitativo

Los niños que desarrollan el tipo de apego evitativo ya asumieron que no pueden contar con sus cuidadores, lo cual les provoca sufrimiento

Se desarrolla en los primeros meses de vida del bebé, y casi no lloran cuando se separan de cuidador, se interesan sólo en sus juguetes y evitan contacto cercano.

Lo constante han sido conductas de sus cuidadores que no han generado suficiente seguridad, por lo que el niño desarrolla una autosuficiencia compulsiva con preferencia por la distancia emocional.

En la edad adulta, a ese niño se le puede ver como rechaza la intimidad con otros y se le dificulta relacionarse emocionalmente

Apego desorganizado

Esta es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo, donde el niño presenta comportamientos contradictorios e inadecuados y hay quienes aseguran que los niños no tuvieron ningún tipo de apego en su primera infancia.

Lo constante en los cuidadores han sido conductas negligentes o inseguras. Los menores tienen tendencia a conductas explosivas, destrucción de juguetes, reacciones impulsivas.

De adultos, esos niños suelen ser personas con mucha frustración y episodios de ira, no se sienten queridas y parece que rechazan todas las relaciones interpersonales, aunque las deseen con todas sus fuerzas.

Qué hacer para cultivar un vínculo seguro con tu hijo

A continuación, te ofrecemos seis consejos que pueden hacerte disfrutar y aprovechar más el tiempo con tu hijo:

  1. Dedica un tiempo para jugar y hacer algo divertido con cada hijo e hija. Puedes crear un juego propio, o dedicar tiempo a cantar, bailar, hacer música con ollas y cucharas, también pueden compartir una clase de dibujo, pintara, o dedicarte a leer un libro las veces que sea necesario.
  2. Exprésales tu amor. A través de besos, abrazos, caricias y palabras amables que le refuercen su valor.
  3. Planifícate. Organiza el tiempo para apoyar a tus hijos con las tareas del colegio, jugar a la pelota, ver la televisión, hacer algún plato de comida juntos o inclusive, actividades como: tender la cama, doblar la ropa, limpiar la casa pueden servirte para hablar de sus cosas y conocerle.
  4.  Protégelos. Cuidar de su salud es fundamental y, les hace saber tu afecto por ellos; incluye a tu hijo en tu rutina diaria de normas de higiene como el lavado de manos, antes y después de comer, después de jugar e ir al baño o tocar alguna superficie.
  5.  Usa palabras positivas cuando le digas a tu hijo qué hacer. Sabemos que es difícil, pero hacerlo le ayudará a entender el valor de palabras como: ‘por favor’, ‘gracias’, ‘permiso’, ‘disculpa’.
  6.  Sé abierto al diálogo y escucha a tus hijos. Ellos confian en ti y te cuentan a sus tiempos sus problemas. Sé amable. Lo que para ellos representa el fin del mundo, es importante.

Según la Unicef hacer estos 6 pasos te hará reforzar el vínculo con tu hijo, así lo describen en su “Guía sobre pautas de crianza para niños y niñas de 0 a 5 años de edad ¿Mucho, poquito o nada?”.

Los beneficios de dedicar tiempo y constancia al vínculo con tu hija, lo comprobó el doctor en psicología Jorge Pérez con su obra: “Mejorar los vínculos afectivos con los hijos”.

En este estudio, realizado para la Universidad Autónoma de México, Pérez indica que los lazos que se crean de los padres hacia los hijos, ayudan a los niños a fortalecer su autoestima y a generar mayor confianza.

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