Lactancia materna: cuán cierto es que no puedo comer granos al amamantar
La doula Anabel Villalobos, asesora de lactancia de la Clínica Zulia, en Venezuela, explicó detalladamente cómo funciona el sistema digestivo para que los nutrientes de los alimentos lleguen a las glándulas mamarias, y aclaró cuán cierto es que puedas transmitirle cólicos a tu bebé por comer granos
¿Alguna vez te dijeron que, bajo ningún motivo, comieras granos cuando estés en tu periodo de lactancia materna? Por ejemplo: caraotas, frijoles blancos, lentejas y arvejas. La supuesta razón es que a través de la leche transmitirías el alimento a tu bebé, dejándole en riesgo de desarrollar cólicos y gases, algo típico de los granos y legumbres.
Pese a que es un mito que las abuelas siguen manteniendo vigente, entre otros que existen, expertos en lactancia materna desean que quede desmontado, para que las madres se alimenten de manera adecuada e indudablemente que los granos son un superalimento.
La doula Anabel Villalobos, asesora de lactancia de la Clínica Zulia, en Venezuela, enfatiza: «Es falso que lo que come la madre afecta al bebé».
«Biológicamente, no puede transmitirlo al bebé. No existe una conexión entre las glándulas mamarias y el sistema digestivo de la madre», aclara la experta.
También apuntó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a todas las mamás que estén lactando que se alimenten según su idiosincrasia, es decir, según su gastronomía tradicional y cultural. En tanto, en el occidente se comen granos.
Los cólicos y gases que pueden producir los granos no pueden llegar a la leche materna
En una explicación minuciosa, la doula Anabel Villalobos detalla: «Cuando comemos, los alimentos pasan al estómago, donde son macerados y luego pasan a los intestinos. Al grueso van los desechos, que se convierten en las heces, y al delgado van los nutrientes. Luego, del intestino delgado, esos nutrientes van a la sangre, lo que son vitaminas, enzimas, proteínas, carbohidratos y grasas, etc.».
«Cuando van a la sangre, el intestino delgado no puede pasar los cólicos de unas caraotas o los gases de un repollo, de una coliflor. No existe que eso esté en la sangre», reiteró la especialista.
Seguidamente, explicó que, desde la sangre, son extraídos esos nutrientes para fabricar la leche materna dentro de la glándula mamaria. «Repito: la glándula mamaria no puede absorber cólicos o gases de la sangre, porque sencillamente la sangre no puede contener eso».
«Incluso, si la sangre los transportara (los cólicos), que no se puede, todavía la glándula mamaria no los absorbe», dijo la asesora de lactancia.
Finalmente, recordó que la producción de leche «es una estrategia de supervivencia de la madre, de los humanos y mamíferas hembras, por lo que proviene de la naturaleza y está blindada».
Si estás amamantando a tu bebé, siéntete en libertad de alimentarte como gustes. Lo que sí debes tomar en cuenta es la reducción de grasas saturadas, embutidos y cafeína, evitando además las bebidas alcohólicas.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.