Enlatados: 6 errores que cometes al almacenarlos y que son peligrosos para tu salud

La doctora Trista Best, experta en nutrición y dietética, analizó los errores más frecuentes que podrías cometer al guardar tus enlatados en casa, haciendo que el alimento pierda calidad e incluso poniendo tu salud en riesgo severo

Cuáles son los errores que cometes al guardar tus enlatados en casa.

Una vez que abres un enlatado, el tiempo de sabor y calidad empieza a correr, así que procura comerlo fresco. Crédito: Shutterstock

No por ser alimentos no perecederos, vas a hacer lo que se te antoje con los enlatados. Aunque su conservación brinda comodidades, también pueden dañarse y vencerse, sobre todo cuando cometes errores al almacenarlos. Con el aporte de expertos, te contamos cuáles son los más frecuentes y cómo pueden afectar severamente tu salud.

Y aprovechando que estás en la tónica de los enlatados, te compartimos 5 opciones saludables y que aportan más nutrientes de lo que imaginas, según estudios.

6 errores al guardar tus enlatados en la cocina

No importa si es pescado, granos o frutas, cada enlatado necesita un almacenamiento correcto, de modo que conserves el sabor, el poder nutricional y el buen estado del alimento.

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Guardarlos en un lugar húmedo

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Es fácil creer que la lata protege el alimento, indistintamente del clima y el entorno, pero nada está más lejos de la realidad.

La doctora Trista Best, experta en nutrición y dietética, aconseja que guardes tus enlatados en un lugar fresco, seco y lejos de la luz solar. «Esto ayuda a mantener la calidad del producto y previene el deterioro o el crecimiento bacteriano», explica.

Cuando colocas la lata en un lugar caliente, la temperatura se eleva adentro, lo que acelera el proceso de deterioro.


Ignorar la fecha de vencimiento

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Los enlatados son más duraderos, sí, pero no eternos. Es vital que te fijes en la fecha de vencimiento y la tengas en cuenta, sobre todo si vas a almacenarlos por mucho tiempo.

«Su calidad, sabor y valor nutricional pueden disminuir gradualmente con el tiempo», advierte la doctora Trista Best.


Comprar latas dañadas

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Un enlatado que esté golpeado, rayado, con protuberancias o con cualquier otro signo de daño, es un alimento que NO debes comprar.

Aquí ya no vale la fecha de vencimiento ni el almacenamiento, porque la realidad es que compraste un enlatado que podría estar en mal estado desde su fabricación.


Congelar el enlatado

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¡No! Los enlatados no deben congelarse, empezando que el alimento perderá su sabor y textura, sobre todo si es pescado.

La doctora Trista Best te recomienda que lo consumas fresco y recién abierta la lata. Si quieres congelar pescado, mejor compra en otra presentación.


Guardarlo en el refrigerador después de abierto

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Aunque parezca buena idea, para no perder aquello que no te comiste, la nutricionista señala que es un grave error meter las latas en el refrigerador y puede poner en riesgo tu salud.

«Puede generar problemas de seguridad alimentaria, ya que el metal de la lata puede reaccionar con el atún, causando sabores desagradables, y el contenido expuesto puede ser susceptible a la contaminación», explica.

En última instancia, ella te aconseja extraer el atún de la lata, guardarlo en un recipiente con tapa hermética y luego, ahora sí, llevarlo a la nevera.


"Aplastar" las latas

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Como son enlatados resistentes, es normal que encima de tus alimentos enlatados pongas más latas o incluso otros paquetes pesados, como arroz, pasta y condimentos.

Pero sin darte cuenta podrías crearle abolladuras, fugas y otros desperfectos al material, dañando el alimento en solo cuestión de horas.

«Almacena las latas por separado o en recipientes resistentes, donde no estén sujetas a presión», recomienda Trista Best.

Procura no cometer estos errores y, aunque no es devoción para muchos, el alimento de tus enlatados se conservará por más tiempo, conservando la calidad, el sabor y sin poner tu salud en riesgo.


La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.

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