Nuevo estudio descubre un «truco» que aumenta los orgasmos femeninos
De acuerdo a la investigación, el "secreto" es tan básico como indispensable, teniendo un efecto directo sobre la consistencia de los orgasmos, la frecuencia de los encuentros sexuales y la satisfacción en general de la relación romántica y amorosa
Cuando escuchas o lees la palabra «orgasmo», automáticamente puedes pensar en «cómo tener más» o «cómo hacerlos más duraderos» durante tus encuentros sexuales. Y si bien hay técnicas que ayudan, como la de apretar los músculos pélvicos, un nuevo estudio descubrió un «truco» que aumenta en las mujeres la posibilidad de alcanzar más orgasmos.
De acuerdo a una investigación publicada en la revista Journal of Sex & Marital Therapy, el secreto se basa en algo tan básico como fundamental: los besos que das y recibes de tu pareja.
En una relación de pareja surgen dos tipos de besos: los específicos, aquellos que producen en un encuentro sexual, y los globales, que son todos los besos que surgen en la relación. Según los resultados del estudio, la frecuencia de ambos tienen un efecto directo y significativo sobre la consistencia de los orgasmos.
También aplica para la consistencia de los actos íntimos y la satisfacción en general de la relación romántica y erótica. En definitiva: mientras más beses a tu pareja, en la cama o fuera de ella, la posibilidad de que alcance orgasmos es mucho más elevada.
Para la investigación, los autores contaron con 433 hombres y 445 mujeres, todos mayores de 18 años y en relaciones amorosas que tenían al menos 2 años. Esto último con la finalidad de que haya estabilidad emocional y que la sexualidad no sea un tabú.
«Hay que besar. Activar nuestros puntos de placer parece que tiene que ver con cosas muy sencillas, como simplemente besar», dijeron los investigadores.
Existen personas que necesitan besos indispensablemente para alcanzar orgasmos
Esto es lo que se conoce como «basoexia» y en la terminología sexual se considera una parafilia. El doctor Ezequiel López, psicólogo y sexólogo clínico argentino, lo define como la indispensable necesidad de “recibir besos para llegar a un orgasmo”.
El basoéxico, sea hombre o mujer, puede disfrutar apasionadamente del coito vaginal junto a su pareja. Sin embargo, solo puede alcanzar el punto máximo de placer cuando recibe besos fogosos y efusivos, que seguramente incluyen otras caricias.
Sin embargo, «la situación se pone difícil cuando la persona con la parafilia tiene una pareja que prefiere no besarse durante el acto sexual«, apunta el doctor López.
También puede estar relacionado con un efecto adolescente o para quienes no tienen experiencia sexual, sobre todo en el caso de los hombres, puesto que un beso húmedo y placentero les podría llevar a la erección e incluso a la eyaculación.