Lactancia materna: 3 cosas que nunca debes hacer antes ni después de amamantar a tu bebé
La coach Vanessa Velásquez, asesora de lactancia materna, explicó cuáles son las 3 cosas que, a su criterio, jamás debes hacer antes ni después de amamantar a tu bebé, asegurando que son completamente innecesarias
Ya te contamos sobre algunos tips al amamantar a tu bebé que quizás nunca te habían dado, dictados por la coach Vanessa Velásquez, asesora de lactancia materna. Pero también debes aprender sobre 3 cosas que nunca debes hacer, antes ni después, de darle pecho a tu bebé.
Según la experta, estos errores se enfocan en la forma y salud de tus pezones, que son la vía directa entre la leche materna y la boquita de tu bebé. Apúntalos ahora y verás que tu lactancia será mucho más llevadera cuando dejas tus pezones completamente tranquilos.
3 errores que no debes cometer antes ni después de amamantar a tu bebé
Hidratarlos
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Al contrario de lo que muchos piensan, no existe crema o aceite que te asegure que no tendrás grietas durante la lactancia materna. De hecho, tu propio organismo se encargará de hidratarlos.
En este sentido, no es necesario que «prepares» tus pezones antes de que nazca tu bebé, ni masajeando ni aplicando nada, asegura Vanessa Velásquez.
Asimismo, la especialista dice: «Los pezones se hidratan solitos, gracias a los tubérculos de Montgomery en la areola que encargan de eso». Estas glándulas sebáceas están ubicadas en la areola del pecho y, además de proteger los pezones contra bacterias, también son responsables de hidratarlos.
Darles forma
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Actualmente, se han comercializado diversos tipos de copas para darle forma a los pezones hundidos o planos, para supuestamente facilitar el agarre del bebé al momento de lactar.
No obstante, Vanessa Velázquez asegura «tampoco es necesario». Esto debido a que tu bebé lo va a lograr con su succión.
«Para esto, es necesario que el agarre sea profundo desde el primer momento, que no haya interferencias de biberones y busques la compañía de una asesora de lactancia», afirmó.
Usar pezoneras podría ser sumamente doloroso, sobre todo si no son del tamaño correcto. Si son muy grandes, causará irritación en la areola, y si es muy pequeña, el roce provocará dolor y hasta heridas, advirtió la experta.
Limpiarlos
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También existe el mito de que cada vez que vayas a amamantar al bebé, primero debes lavar tus pezones. Sin embargo, está comprobado médicamente que solo es necesario lavarlos una vez al día, incluso solo con agua templada, sin necesidad de usar jabón.
«No se deben lavar los pezones antes de amamantar ni después de amamantar. La composición de la leche materna puede cambiar y esto se logra gracias a la saliva del bebé que se absorbe a través de los pezones», dice Vanessa Velázquez.
Aunque esto se recomienda para evitar que el bebé tenga contacto con bacterias, la realidad es que «cualquiera que esté expuesto en la piel sirve para que tu bebé cree defensas y anticuerpos contra ellas», agregó.
Asimismo, lejos de ser un beneficio, lavar los pezones tiene como consecuencia ir sacando la capa protectora que tiene por naturaleza y hace que la piel se ponga seca.
Finalmente, la asesora de lactancia recomienda: «Si fuiste al gimnasio o saliste al sol, puedes perfectamente amamantar así. Y si la leche sale más saladita, deja que tu bebé sea quien decida si le gusta o no le gusta».
Existe mucha información contradictoria sobre la lactancia. Algunos te ofrecen recomendaciones que en realidad no son favorables y otros que parecen incorrectos, realmente están en lo cierto. Pero lo más prudente es que busques una asesora de confianza con la que puedas sentirte segura y lograr una experiencia plácida con tu bebé.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.