Ley del hielo: 5 formas en las que el silencio puede ser abusivo en una relación
El consejero profesional Araya Baker aseguró que casi todos nos enfrentaremos al uso manipulador del silencio en un momento u otro, y por ello señaló 5 situaciones en las que el silencio equivale a abuso emocional
Sobre todo aplica para amistades y relaciones románticas, en las que está de nuestra parte elegir que queremos deliberadamente estar cerca de esa persona, que nos aplica la “ley del hielo”, es decir, que no nos dirige la palabra cuando se molestan con nosotros. Crédito: Pexels
Cuando una persona no te dice nada, puede ser más doloroso que si te lo dijera en una relación de pareja, pero también en amistades, dentro de tu familia o incluso en tu trabajo. Te decimos 5 formas en las que el silencio puede ser abusivo.
Normalmente cuando nos indignamos con alguna persona es en función de algo que dijo o hizo, pero cuando no nos dicen nada en los momentos que lo esperamos puede ser también demoledor para la relación del tipo que sea.
Sobre todo aplica para amistades y relaciones románticas, en las que está de nuestra parte elegir que queremos deliberadamente estar cerca de esa persona, que nos aplica la “ley del hielo”, es decir, que no nos dirige la palabra cuando se molestan con nosotros.
El consejero profesional Araya Baker, suicidólogo y analista de políticas, explicó en su columna para Psychology Today que casi todos nos enfrentaremos al uso manipulador del silencio en un momento u otro, y por ello señaló 5 situaciones en las que el silencio equivale a abuso emocional.
1. Eludir la rendición de cuentas u obstruye una resolución justa: es muy cómodo asumir un comportamiento de puertas cerradas a la hora de dilucidar una situación que requiera rendición de cuentas o una resolución justa, porque es una manera de no asumir la responsabilidad de sus acciones.
“A menudo toman estas decisiones egoístas para proteger su ‘paz’, sin tener en cuenta cómo su negación y su fantasía invalidan el dolor que causaron a los demás”, dijo.
2. Desestimar los valores, necesidades o límites de alguien: cuando un amigo o una pareja ignora nuestras emociones, podemos sentirnos obligados a establecer límites basados en nuestras necesidades y valores fundamentales. Y si esto les ofende, pueden sentirse con derecho a tratarte como lo desean.
3. Retener la capacidad de respuesta para provocar una reacción: las personas que aplican la ley del hielo asumen que la persona a la que han dañado sucumbirá al impulso de preguntar sobre la falta de respuesta, y posiblemente se moleste más cada vez que regresen sin obtener una. Con esto tienen argumentos para invalidarte, bajo el guabinoso “no te dije nada”.
4. Castigar para que cumplas y te conformes: está demostrado que ser ignorado, excluido o condenado al ostracismo puede manifestarse como dolor físico en la persona que es objetivo de este comportamiento.
Esta respuesta psicosomática a la agresión pasiva sugiere que el daño no requiere necesariamente ninguna actuación que el ojo o los oídos puedan percibir.
5. Presionar a alguien para que perdone: usar el silencio para presionar a alguien a que abandone su dignidad y autoestima es coercitivo e invasivo.
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