Suplementos de vitaminas: por qué sí y por qué no habría que tomarlos
Puede que si leíste o escuchaste que cierta vitamina es buena, quieras consumirla de manera más habitual
Consulta con tu proveedor de salud o médico de cabecera cuáles son los suplementos más adecuados para tu bienestar antes de comenzar a tomar cualquier suplemento de vitaminas. Crédito: Unsplash
Los suplementos de vitaminas son un producto de venta libre que promete aportar los beneficios de ciertas vitaminas, minerales, hierbas, aminoácidos y/o enzimas, pero hay casos en los que se deben y casos en los que no se deben tomar.
Puede que si leíste o escuchaste que cierta vitamina es buena, quieras consumirla de manera más habitual. Los suplementos de vitaminas pueden contribuir a asegurarte de que obtengas las sustancias vitales suficientes que tu cuerpo necesita para funcionar, o bien a ayudar a reducir el riesgo de enfermedades.
Pero no es así de simple, hay varios factores que debes tener en cuenta a la hora de tomar un suplemento dietético. Recuerda que no se pueden mercadear como tratamiento, o como productos que diagnostican, previenen o curan enfermedades.
Es decir, no significa que “reducen el dolor” o “tratan las enfermedades cardíacas” sino que pueden ayudar a reducir el dolor o contribuir al mejoramiento de la función cardiaca.
No deben tomarse a la ligera. Consulta con tu proveedor de salud o médico de cabecera cuáles son los suplementos más adecuados para tu bienestar antes de comenzar a tomarlo.
Estos nunca deben ser la sustitución de medicinas prescritas bajo la excusa de que son “naturales” o menos procesados, porque son menos regulados también. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no regula estos productos para la seguridad y eficacia antes de la comercialización.
Conversa con tu doctor y si lo considera adecuado probablemente también determine un tiempo específico de consumo.
De acuerdo con la FDA, los suplementos contienen ingredientes activos que tienen fuertes efectos biológicos en el cuerpo. Por ello, advierte que puede haber resultados adversos de combinar suplementos entre sí, mezclarlos con medicamentos o tomar demasiado.
Otra vez: hay que consultar el consumo de estas tabletas, cápsulas, polvos y líquidos con tu médico.
Hay cuatro recomendaciones generales a la hora de buscar un suplemento:
- Busca referencia en sitios no comerciales, como el Instituto Nacional de Salud, la FDA, y el Departamento Federal de Agricultura
- Desconfía si las declaraciones suenan demasiado buenas para ser ciertas, tales como “funciona mejor que un medicamento con receta”, “totalmente seguro” o “carece de efectos secundarios”
- Ten en cuenta que el término “natural” no siempre significa seguro
- Consulta con tu doctor o su proveedor de salud si el suplemento es seguro y beneficioso para ti
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