San Valentín: incorporar el concepto del placer en educación sexual puede llevar a prácticas más seguras, afirma estudio
Un estudio de investigadores de The Pleasure Project de la OMS recomienda revisar los enfoques de intervención de educación sexual y salud que no reconocen que las experiencias sexuales pueden ser placenteras
Incorporar el concepto del deseo sexual y el placer sexual en la educación sexual puede llevar a prácticas sexuales más seguras, afirma un estudio de investigadores de The Pleasure Project, el Departamento de Salud e Investigación Sexual y Reproductiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El metanálisis de la literatura de investigación de 2005-2020 publicado en la revista de acceso abierto PLOS One, encontró que incorporar el placer en tales programas puede tener efectos positivos en las actitudes y el comportamiento sexual más seguro.
Por ello, recomienda revisar los enfoques de intervención de educación sexual y salud que no reconocen que las experiencias sexuales pueden ser placenteras.
Los científicos de la OMS y sus colegas revisaron 33 intervenciones únicas dirigidas a la reducción del riesgo de enfermedades de transmisión sexual y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que incorporan el placer y meta-analizaron ocho.
Destacaron que continuar evitando el placer en la salud y la educación sexual corre el riesgo de desviar o utilizar los recursos de manera ineficaz.
En consecuencia piden un replanteamiento fundamental de cómo se orientan los programas.
"El placer ha sido pasado por alto y estigmatizado en la promoción de la salud y la educación sexual, a pesar de su conexión obvia con la salud y el bienestar sexuales”
La revisión sistemática y metanálisis demuestran que incluir las consideraciones de placer en los servicios de salud sexual y reproductiva mejoran el uso del condón y, por lo tanto, también pueden mejorar los resultados de salud sexual y reproductiva.
Los legisladores y los administradores de programas deberían reconocer más fácilmente que el placer es un impulsor clave del comportamiento sexual y que incorporarlo en los servicios de salud sexual y reproductiva puede reducir los resultados adversos.
El estudio se publicó este mes de febrero de 2022, en la especial temporada del amor y el Día de San Valentín. Además, a ocho años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que se enfocan en la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos.
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