COVID: Anticuerpos contra Ómicron persisten 6 meses después del refuerzo de Moderna, pero son 6 veces más bajos

Los anticuerpos contra la variante Ómicron del COVID persisten 6 meses después de la dosis de refuerzo de Moderna, pero son 6 veces más bajos, determinó un estudio de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte

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Los niveles de neutralización aumentaron 20 veces dentro de las cuatro semanas posteriores a la administración del refuerzo, pero cayeron 6.3 veces seis meses después. Crédito: Pexels

Los anticuerpos contra la variante Ómicron del COVID persisten 6 meses después de la dosis de refuerzo de Moderna, pero son 6 veces más bajos, determinó un estudio de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte.

La investigación, publicada en la New England Journal of Medicine, evaluó qué tan bien se desempeñó la vacuna Moderna mRNA COVID después de una tercera dosis.

Hallaron que los niveles de neutralización aumentaron 20 veces dentro de las cuatro semanas posteriores a la administración del refuerzo, pero cayeron 6.3 veces seis meses después.

Si bien los niveles de anticuerpos en los participantes del estudio que recibieron el refuerzo continuaron ofreciendo una fuerte actividad neutralizante, los niveles de estos anticuerpos disminuyeron más rápido para Ómicron que para el virus SARS-CoV-2 original que circulaba hace dos años.

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"La disminución de anticuerpos para el refuerzo es muy similar a la disminución de anticuerpos de la variante delta que se observó seis meses después de la segunda dosis de la vacuna"

David Montefiori

Ph.D., profesor en el Departamento de Cirugía de Duke y miembro del Instituto de Vacunas Humanas de Duke

Montefiori explicó que no es extraño este efecto en las vacunas, porque los anticuerpos disminuyen debido a que el cuerpo cree que no necesita mantenerlos en un nivel tan alto. 

Destacó que esto no significa que no haya protección, puesto a que sí hay memoria inmunológica

Expuso que una vez que una persona está infectada o ha recibido una vacuna, las células productoras de anticuerpos se activan, pero pasan a una etapa de reposo después de que la vacuna o el virus ya no están presentes.

Cuando se han producido suficientes de estas células de memoria en reposo, se reactivan rápidamente cuando son necesarias, produciendo anticuerpos que pueden eliminar infecciones antes de la aparición de una enfermedad grave.


"La preocupación es que este virus podría cambiar lo suficiente como para que las vacunas deban modificarse. No obstante, las  vacunas siguen funcionando y el impulso está ayudando a que funcione mejor, incluso contra Ómicron”

David Montefiori

Ph.D., profesor en el Departamento de Cirugía de Duke y miembro del Instituto de Vacunas Humanas de Duke

Moderna está investigando una nueva formulación de vacuna para apuntar específicamente a Ómicron.

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COVID: Analizan si, sumada a la vacuna, la infección por Ómicron podría dar “superinmunidad”

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