Qué es la basoexia: cuando los besos son indispensables para alcanzar un orgasmo
El doctor Ezequiel López, psicólogo y sexólogo clínico, explica en qué consiste la basoexia como parafilia y asegura que "no es frecuente" ubicar a una persona que solo puede llegar a un orgasmo por medio de besos
La fundamental necesidad de besos para llegar al clímax hace que la basoexia pueda producir incompatibilidad sexual. Crédito: Freepik
Del latín «basium» (beso) y del griego «exia» (esencial) el término basoexia es una de las infinitas parafilias sexuales que se conocen hasta la actualidad. Consultado por KienyKe, el doctor Ezequiel López, psicólogo y sexólogo clínico argentino, lo define como la indispensable necesidad de «recibir besos para llegar a un orgasmo».
«Sin ellos quizás tenga algo de placer, pero no llega al clímax», asegura el especialista.
Además de ser un gesto incomparable de amor, en la sexualidad los besos representan un juego previo que lleva a la excitación y posteriormente al encuentro físico con penetración. De acuerdo a lo que explica el psicólogo Ezequiel López, la basoexia rompe esta teoría y toma su propio camino.
El basoéxico, sea hombre o mujer, puede disfrutar apasionadamente del coito vaginal junto a su pareja. Sin embargo, solo puede alcanzar el punto máximo de placer cuando recibe besos fogosos y efusivos, que seguramente incluyen otras caricias.
«A diferencia de otras parafilias, la basoexia no reviste un problema en general ni es mal vista socialmente, puesto que todo el mundo se besa, es algo completamente común y corriente. Sin embargo, la situación se pone difícil cuando la persona con la parafilia tiene una pareja que prefiere no besarse durante el acto sexual», apunta el doctor López.
También puede estar relacionado a un efecto adolescente o para quienes no tienen experiencia sexual, sobre todo en el caso de los hombres, puesto que un beso húmedo y placentero les podría llevar a la erección e incluso a la eyaculación.
La basoexia puede causar «incompatibilidad sexual»
El sexólogo Ezequiel López considera que los besos forman parte del repertorio erótico de las parejas, sin embargo, es un ‘preview’ hacia todo lo que representa el acto sexual, lo que podría generar incompatibilidad entre la persona con la parafilia y su amante.
«El problema se presenta cuando el basoéxico está con alguien que prefiere no dar besos durante el coito, porque entramos en una zona de incompatibilidad sexual», asegura el experto.
En este sentido, aconseja acudir con un terapeuta con el fin de «buscar otro tipo de estímulo sexual que pueda ayudar a ambos».
En 20 años de atención a su consultorio, el doctor Ezequiel López reconoce que no ha atendido todavía su primer caso de basoexia, por lo que entiende que «no es una conducta frecuente».
También advirtió que este tipo de parafilia no se atiende con medicamentos, sino con terapia sexual. «Los medicamentos solo se dan en caso de parafilias que implican riesgo contra la integridad de las personas, como es el caso de los ofesores sexuales».
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