Después de Thanksgiving: 7 cosas que le pasan a tu cuerpo tras la cena de Acción de Gracias

No estás solo, les suceden a muchos estas 7 cosas que le pasan a tu cuerpo tras la cena de Acción de Gracias, te las explicamos

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Haber comido preparaciones abundantes en carbohidratos en la cena de Thanksgiving puede dejarte aletargado. Crédito: Pexels

El día después de Thanksgiving es bastante particular. Principalmente porque hay 7 cosas que le pasan a tu cuerpo tras la cena de Acción de Gracias.

La mayoría de las personas se reúnen con sus familiares y amigos para compartir un abundante buffet y algunas copas, por lo que puedes sentirte con dolor de cabeza o incluso un poco hinchado el día después de Thanksgiving.

No estás solo. En realidad le pasa a muchas personas. Por eso te compartimos las 7 cosas que le pasan a tu cuerpo tras la cena de Acción de Gracias, de acuerdo con Eat This, Not That!:


Estás deshidratado

1

Haber comido muchos alimentos salados, como el delicioso relleno, el puré de papas e incluso el riquísimo pavo puede hacer que te sientas extremadamente sediento al día siguiente.

La solución: Hidrátate continuamente con agua o alimentos y preparaciones que la contengan. Frutas como la patilla, el melón pueden ser muy útiles, así como una sopa o crema de verduras.

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Te encuentras mal del estrómago

2

Si tras la cena de Acción de Gracias te encuentras mal del estómago y no paras de ir al baño, puede deberse a que consumiste algún ingrediente que no toleras bien. Muchas personas dejan de poder digerir bien los lácteos o son intolerantes a la lactosa, otros al gluten o a algunos tipos de bebidas alcohólicas.

 La solución: Lo ideal será tratar de comer lo más limpio posible para evitar irritaciones o más intolerancias. Congela las sobras o déjalas para otro día, porque probablemente ese relleno no te caerá muy bien ahora. Anticípate para las fiestas venideras contribuyendo con comidas que hayas hecho tú y que no te caigan mal.


Te sientes aletargado

3

Haber comido preparaciones abundantes en carbohidratos en la cena de Thanksgiving puede dejarte aletargado.

Esto debido a que se requiere mucha energía para que el cuerpo la procese, haciéndote sentir fatigado.

El pastel de nueces y el pastel de queso son muchas veces los culpables de que tu nivel de azúcar en la sangre aumente en Acción de Gracias, lo que eventualmente provocará un colapso y hará que te sientas listo para una siesta.

La solución: Descansa, pero será oportuno hacer un poco de ejercicio para decirle a tu cuerpo que se active y esa sensación no se prolongue durante días.


Estás ansioso e irritable

4

La cena de Thanksgiving puede ocasionar un rápido aumento y disminución del azúcar en sangre y luego de que te fuiste a dormir, tu cuerpo liberó epinefrina.

La epinefrina es una hormona que puede causar latidos cardíacos rápidos, sudoración y temblores. Como resultado, tu sueño se interrumpe y puedes sentirte nervioso o incluso un poco angustiado al día siguiente.

La solución: Reponte al día siguiente de la cena de Thanksgiving con  muchas verduras frescas, proteínas magras y grasas saludables. Olvídate del pan y los dulces sobrantes.


No puedes dormir

5

Si comiste demasiado puede que tu cerebro no se sienta muy cómodo con el hecho de dormir en esas condiciones. 

El reloj circadiano, que controla tus ciclos de sueño, se encarga de regular el aumento y la disminución natural de las hormonas del hambre. Por ello, cuando comes en exceso, interrumpes este ritmo natural, lo que puede afectar negativamente la calidad de tu sueño esa noche.

La solución: No hay mucho que se pueda hacer en esta situación. Lo más importante será prevenir este tipo de problemas en el futuro considerando las señales de hambre y el tamaño de las porciones en las cenas de fiestas.


Tienes reflujo o acidez estomacal

6

Si sientes reflujo o acidez estomacal puede que se deba a que comiste mucho en esa deliciosa cena. Tu estómago produce ácido clorhídrico para ayudar con la digestión, pero los atracones de comidas hacen que se produzcan grandes cantidades de ácido que pueden terminar llegando al esófago.

Sobre todo las grasas son especialmente complicadas de digerir para el cuerpo, por lo que son las más propensas a generar reflujo.

La solución: Un antiácido puede ser útil. Para la próxima, presta atención a tu consumo.


Te sientes más hinchado

7

Las comidas pre-empacadas de la cena de Acción de Gracias, así como muchos ultraprocesados, suelen tener un altísimo contenido de sodio, que al mezclarse con las bebidas alcohólicas son la receta perfecta para la deshidratación y la retención de líquidos.

La solución: La misma para la deshidratación, beber agua abundante, frutas como las fresas, las peras y la papaya son útiles.

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Galletas de jengibre: cómo prepararlas sin azúcar y aptas para diabéticos

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