Halloween: 4 cosas que puedes hacer para que tus hijos no corran riesgos

Dulces, disfraces e historias tenebrosas, celebrar Halloween llena a los pequeños de emoción. Sin embargo, esta fecha también llena de preocupaciones a los padres que cada año escuchan nuevas noticias sobre algún evento desafortunado.

Además, por segundo año consecutivo se suman las restricciones por covid-19 que hay que tener en cuenta.

Por eso te dejamos algunas recomendaciones generales para tener en consideración y que esta no termine en una noche de terror:

Planificar la ruta

Planificar la ruta de las casas a las que pedirán “dulce o truco” es importante. Es una actividad que se puede hacer en familia dibujando las calles y las casas que visitarán.

Pasear a través de vecindarios conocidos y acercarse solo a casas que estén bien iluminadas es clave y es una precaución de la cuál los niños también pueden estar atentos. 

Repasen en conjunto las normas a la hora de salir todos juntos, que deben ver a ambos lados antes de cruzar cualquier calle sobre los cruces designados para tal fin.

Hacer a los pequeños visibles

La predominancia del color negro durante la festividad de Halloween no es casualidad al ser una “noche de brujas”. 

Si de por sí el disfraz de tu hijo tiene muchos colores oscuros, aliéntalos a usar pulseras y collares de colores fluorescentes, puede ser útil debido a que estas caminatas de “dulce o truco” se realizan cuando muchos autos aún están en la calle. 

Colocar telas reflectantes en los disfraces del niño también es una opción.

Si es de noche, llevar linternas es una medida que puede pasar inadvertida, pero que será útil cuando ya no haya luz solar.

Evitar los disfraces que tengan máscaras

Las máscaras pueden obstruir la visión de un niño. En cambio, usar pintura en la cara con algún diseño alusivo les permitirá mantener la visión clara, ver su entorno, evitar tropezar y prevenir fácilmente los automóviles que se aproximan.

Vigilar los dulces que le dan a sus hijos

Más allá de las historias de las hojillas de afeitar en los caramelos, se trata de prevenir si tu hijo es alérgico a alguno de los ingredientes de los dulces.

Acuerden comer las golosinas después de llegar a casa y organizarlas. Este momento permitirá identificar si los dulces son adecuados no solo con la dieta, sino también con la edad del pequeño.

Los caramelos duros muy grandes pueden no ser adecuados para niños tan chiquitos porque se pueden atragantar. 

Si algún caramelo tiene un sello roto, lo mejor será desecharlo. Igual que aquellos dulces caseros que su hijo haya recibido de personas que no conoce.

Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés) recomiendan pedir dulces al aire libre en grupos pequeños y evitar las fiestas de Halloween en interiores repletas de gente.

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