Estudio explica por qué la pandemia arruinó la vida sexual de muchas parejas

En un estudio realizado durante la pandemia, Rhonda Balzarini, psicóloga social y profesora adjunta de la Universidad Estatal de Texas, encontró junto a su equipo de investigadores una cantidad de razones que explican por qué este confinamiento por Covid ha arruinado la vida sexual de muchas parejas en el mundo.

Si bien el comienzo de la pandemia le permitió a algunas parejas que estaban sobrecargadas de compromisos fuera de casa bajar el ritmo y dedicar más tiempo a los momentos íntimos, entrando en una fase de “luna miel”; con el tiempo, a medida que los recursos se volvieron más escasos, la gente comenzó a estresarse más; haciéndose presente el agotamiento, la desilusión y la depresión, explica Balzarini.

“Cuando eso empieza a suceder, es el momento en que se puede empezar a ver que las parejas tienen problemas”, asegura la investigadora citada por el portal de la BBC, quien agrega que se observó este patrón en los participantes del estudio realizado en 57 países, todos mayores de 18 años.

Al inicio de la pandemia, dice la científica, la preocupación económica estaba asociada a un mayor deseo sexual entre las parejas; no obstante, asegura que con el paso del tiempo, a medida que las personas informaron sobre un aumento de factores estresantes relacionados con el confinamiento, como la soledad, la ansiedad y las preocupaciones por el virus en sí, también dieron a conocer una disminución del deseo sexual hacia sus parejas.

Según Balzarini, lo más importante de este estudio es la relación entre el estrés, la depresión y el deseo sexual.

Al principio de la pandemia, los factores de estrés podrían no haber “desencadenado la depresión” todavía, asegura; pero cuando esas situaciones estresantes se prolongaron, la gente se agotó. El estrés se correlaciona con la depresión, y “la depresión afecta negativamente al deseo sexual“, apunta Balzarini.

La psicóloga social, quien citada por la BBC dijo que oyó hablar de parejas que se duchaban juntas durante el día o se bañaban a media tarde al principio de la pandemia, señaló que esas experiencias más sensuales de lo normal terminaron”perdiendo su atractivo”, a la necesidad de atender las tareas cotidianas, como el desorden en el hogar y el cuidado de los niños.

Otra anécdota contada por Balzarini es que alguien le dijo que nunca se había dado cuenta de lo ruidosa que era la masticación de su pareja hasta que empezaron a compartir todas y cada una de las comidas durante el confinamiento, resultando incómodas tantas horas de convivencia por culpa de la pandemia.