Por qué nunca deberíamos dar castigos corporales a nuestros hijos, aún leves
Una nueva investigación halló que las nalgadas como castigo corporal son tan peligrosas para el desarrollo cerebral de los niños como otros tipos de violencia física
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, disciplinar a nuestros hijos con castigos corporales, así sean leves como las nalgadas, podría afectar su desarrollo cerebral.
“Sabemos que los niños cuyas familias usan castigos corporales tienen más probabilidades de desarrollar ansiedad, depresión, problemas de conducta y otros problemas de salud mental, pero muchas personas no piensan en las nalgadas como una forma de violencia”, advirtió la investigadora Katie A. McLaughlin.
De acuerdo a los hallazgos de esta investigación, las nalgadas afectan el desarrollo cerebral de los niños de la misma manera que los tipos de violencia más intensos.
Cómo los castigos corporales leves como las nalgadas afectan el desarrollo del cerebro en los niños
Los investigadores hicieron que casi 150 niños de entre 10 y 11 años participaran en el estudio. Los acostaron en una máquina de resonancia magnética y les mostraron imágenes de rostros con expresiones de miedo o neutrales y analizaron el efecto de las diferentes caras en las respuestas cerebrales de los niños.
El estudio reveló que ver imágenes de rostros temerosos activaba más áreas del cerebro en los niños que recibieron azotes en comparación con los que no. Además, en estos niños se activaron más áreas de la corteza prefrontal, la cual es responsable de la toma de decisiones, la conciencia social y la expresión de la personalidad, según la investigación publicada por el portal Consumer Affair.
Al comparar estos resultados con los de niños que habían experimentado tipos de abuso más graves, los investigadores encontraron que eran similares.
“Si bien es posible que no conceptualicemos las nalgadas como una forma de violencia, en términos de cómo responde el cerebro de un niño, no es tan diferente al abuso”, dijo McLaughlin. «Es más una diferencia de grado que de tipo».
Cuáles son los riesgos de los castigos corporales leves como las nalgadas en los niños a largo plazo
Los investigadores explicaron que cada niño responde a los castigos de manera diferente. Si bien algunos pequeños que recibieron azotes crecen para superar este tipo de “disciplina”, es importante que los padres sepan cuáles son los riesgos potenciales.
Los investigadores esperan que los padres tomen estos hallazgos y se desvíen de este tipo de formas de educar porque está claro que dar nalgadas a los niños puede tener consecuencias neurológicas.
“El mensaje importante es que el castigo corporal es un riesgo que puede aumentar los problemas potenciales para el desarrollo de los niños y, siguiendo un principio de precaución, los padres y los legisladores deben trabajar para tratar de reducir su prevalencia”, dijo McLaughlin.
“Tenemos la esperanza de que este hallazgo pueda alentar a las familias a no usar esta estrategia y que pueda abrir los ojos a las posibles consecuencias negativas del castigo corporal en formas en las que no habían pensado antes”, agregó la investigadora.