Por qué si no duermes bien durante la menopausia es probable que aumentes de peso

Un estudio realizado por investigadores del Brigham and Women’s Hospital, el segundo centro médico docente más grande de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, halló que dormir poco predispone a la mujer menopáusica a subir de peso.

“Nuestros hallazgos sugieren que no sólo la falta de estrógenos, sino también los trastornos del sueño durante la menopausia pueden contribuir a cambios en el cuerpo, predisponiendo a las mujeres de mediana edad al aumento de peso”, dijo la investigadora principal del estudio Leilah Grant, del Brigham and Women’s Hospital.

“Por lo tanto, ayudar a las mujeres a dormir mejor durante la menopausia puede reducir las posibilidades de que una mujer aumente de peso, lo que a su vez reducirá su riesgo de diabetes y otras enfermedades relacionadas”, agregó la científica.

Grant indicó que hasta este estudio se creía que el aumento de peso durante la menopausia estaba relacionado a la falta de estrógeno. No obstante, señaló la investigadora que es poco probable que esta hormona sea el único factor contribuyente, debido a que mientras “todas las mujeres dejan de producir estrógeno en la menopausia, sólo la mitad aumenta de peso”.

Otro síntoma que afecta a alrededor de la mitad de las féminas durante la etapa de la menopausia, es la alteración del sueño, la cual se ha relacionado de forma independiente con cambios en el metabolismo que podrían aumentar el riesgo de subir de peso.

Por qué no dormir bien hace que subas de peso durante la menopausia

Para comprender mejor el papel de las alteraciones del sueño y los cambios hormonales en el aumento de peso durante la menopausia, los investigadores estudiaron a 21 mujeres pre-menopáusicas sanas, refiere el portal DTNext.

En el estudio utilizaron un método en el que buscaban simular la alteración del sueño experimentada en la menopausia y así poder examinar los efectos de la falta de sueño en el uso de grasa por parte del cuerpo, señala el artículo científico citado por el portal.

Las participantes tuvieron dos noches de sueño ininterrumpido seguidas de tres noches de sueño interrumpido, donde fueron despertadas por una alarma cada 15 minutos durante 2 minutos cada vez.

Luego, los investigadores volvieron a estudiar un subconjunto de nueve participantes en el mismo protocolo de interrupción del sueño después de que se les administrara un medicamento llamado leuprolida, que suprimió temporalmente el estrógeno a niveles similares a los de la menopausia.

En comparación con una noche normal de sueño, después de tres noches de sueño perturbado, hubo una reducción significativa en la velocidad a la que los cuerpos de las mujeres consumían grasa.

También se observó una reducción similar en la utilización de grasas cuando se suprimió el estrógeno, incluso durante el sueño normal.

La combinación de niveles bajos de estrógeno y trastornos del sueño también redujo la utilización de grasas, pero el efecto no fue mayor que cualquiera de las dos exposiciones por sí solas.

“Además de la abstinencia de estrógenos, los trastornos del sueño disminuyen la utilización de grasas”, dijo Grant y agregó: “esto puede aumentar la probabilidad de almacenamiento de grasa y posterior aumento de peso durante la menopausia”.