Después de un infarto, tener sexo puede salvar tu vida
Luego de sufrir un infarto agudo de miocardio, es normal tomar precauciones con actividades que activen nuestro corazón, como las relaciones sexuales, pero debes saber que lejos de perjudicarte, el sexo puede ayudar
Si has sufrido algún problema en las arterias que afectó la circulación de tu sangre y te provocó un infarto agudo de miocardio, es normal que te sientas inseguro al realizar ciertas actividades cotidianas que alteren el ritmo de tu corazón, como los encuentros sexuales. Pero debes saber que, después de sufrir un infarto, tener sexo puede salvar tu vida.
Dato útil
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Tener sexo ayuda
Una investigación de la Universidad de Tel Aviv llegó a la conclusión de que tener sexo es un marcador de bienestar, por lo que practicar la intimidad con una pareja puede beneficiar la salud de los sobrevivientes de un infarto.
Reanudar la actividad sexual poco después de un ataque al corazón puede ayudarte a percibirte como una persona sana, funcional y con energía, una visión que te puede llevar a tener un estilo de vida más saludable.
“Una mejor condición física, relaciones más fuertes con los cónyuges y una capacidad mental para ‘recuperarse’ del impacto inicial del evento en unos pocos meses se encuentran entre las posibles explicaciones del beneficio de supervivencia observado” entre las personas que mantuvieron o aumentaron su actividad sexual luego de pasar por un infarto, asegura el estudio.
La investigación
Los expertos israelíes monitorearon a 495 pacientes durante 20 años que fueron hospitalizados por un primer ataque cardiaco, que eran sexualmente activos y que tenían 53 años de edad en promedio.
Luego de varias entrevistas y de cruzar ciertos datos sobre su estilo de vida y la frecuencia de sus relaciones sexuales, encontraron que quienes mantuvieron o aumentaron su vida sexual durante los primeros seis meses luego de sufrir un infarto, presentaron un riesgo 35 por ciento menor de morir en comparación con quienes redujeron la frecuencia del sexo o incluso dejaron de practicarlo.
Aunque es probable que un esfuerzo físico repentino y vigoroso, como un encuentro sexual, provoque un infarto, la actividad física regular reduce el riesgo a largo plazo de sufrir eventos adversos relacionados con el corazón, aclaran los investigadores.
“Estos hallazgos deberían servir para reducir las preocupaciones de los pacientes acerca de volver a su nivel habitual de actividad sexual poco después de un ataque cardiaco“, explicó el profesor Yariv Gerber, autor de la investigación publicada en el European Journal of Preventive Cardiology.